Enredados en la burbuja del crecimiento

Enredados en la burbuja del crecimiento

En su largo espacio pagado del pasado miércoles 31 de agosto, el Banco Central lo que hizo fue darme la razón, reconoció que el crecimiento se había desacelerado en 3.5% en el primer trimestre del 2011, respecto al mismo periodo del 2010, por lo que no tiene fundamento ni lógica la conclusión de que se había “tergiversado la verdad para provocar expectativas negativas en los agentes económicos”. Debieron citar y no lo hicieron sectores fundamentales que experimentaron desaceleración y contracción en algunos casos, como construcción, comunicación, energía y agua, les hubiese evitado el dislate de decir que “los datos no reflejan caída de 3.5%” y  confundir desaceleración del crecimiento con recesión, porque nadie dijo que el PIB del 2011 había sido menor al de 2010.

No compro su interés de politizar el tema, porque cuando hablo y escribo sobre economía me apego estrictamente a principios profesionales, apoyando esfuerzos de empresarios y consumidores que trataron de evitar que la crisis internacional fuera exacerbada con políticas equivocadas, como lamentablemente ocurrió. Hay indicios de que intentaron quedarse en lo técnico, porque aceptaron, con otras palabras desde luego, que lo del crecimiento del 2010 fue burbuja. Expresaron que “un cambio en la postura de la política monetaria que buscaba lograr un crecimiento más acorde con la capacidad potencial de la economía, a fin de moderar la demanda interna…”.  Es decir, se dieron en el pecho para aceptar que había sido artificial el auge del PIB, reconociendo lo que hemos dicho, que es insostenible crecer basado en endeudamientos del gobierno y del mismo Banco Central.

El pecado original de la entidad bancaria fue haber servido de fundamento para la aventura de crecimiento con burbuja desde el 2005, cuando lo que se esperaba era un comportamiento cauteloso, prudente, apegado a la ortodoxia, como lo recomienda la literatura a países pequeños con recursos limitados. Prefirieron  apoyar endeudamientos masivos para financiar déficits insostenibles del gobierno central, culpables de la expansión del déficit cuasi fiscal de la entidad bancaria y de su deuda, que de agosto del 2010 a agosto del 2011 aumentó 8.4%, superior al 2.6% del mismo periodo del año anterior. Como no hay fiesta gratuita, ahora están inmerso en una violenta reducción de liquidez, que sin duda tendrá consecuencia en el crecimiento, tratando de parar la inflación que amenaza llegar a dos dígitos al final del 2011, por haber apoyado crecimientos burbujas seguidos de caídas, en lugar de perseguir un crecimiento con tendencia uniforme.

En su comunicado, el Banco Central habla de producción potencial, un concepto abstracto, una estimación de lo que la economía pudo producir. Como no dicen cuál es el concepto que tienen, porque variados son los estimados que pudieran hacerse, podría interpretarse que se refieren a la producción burbuja sostenida con deudas, lo que es un absurdo. La capacidad productiva subyacente del país nada tiene que ver con déficits fiscales, cuasi fiscales y excesos de endeudamientos, como evidentemente creen por el zigzagueo con la política monetaria que desestabiliza la economía. Demostrado está que es función del capital y de la tecnología, porque el trabajo no es una restricción.

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