Enrique Bunbury concreta su sueño de cantar en Santo Domingo

Enrique Bunbury concreta su sueño de cantar en Santo Domingo

POR REYES GUZMÁN
El cantante Enrique Bunbury hizo su sueño realidad al poder presentar su concierto “El viaje a ninguna parte” en escenario dominicano y reunir a más de cuatro mil personas que vibraron de emoción. La noche del sábado fue para los fans la oportunidad de expresar lo que sienten por cada tema y lo que significa estar de frente a quien consideran su ídolo musical.

A las 9:27 y con el patrocinio del periódico HOY, La Nota Diferente y Teleantillas, Bunbury sale a la gigante tarima en la Fortaleza Ozama para ganar aplausos y sentir la fuerza de las expresiones de admiración de la multitud. En una pantalla gigante, en el fondo del escenario, se proyectaron imágenes con personas moviéndose de un lugar a otro, como lo normal en un viaje. Luego “El viaje a ninguna parte” permite que el artista salude y diga que tenía una deuda pendiente con los dominicanos y dominicanas. “Gracias de verdad, es un sueño”.

Con “Extranjero”, “El mismo error”, “Salomé” y “Suerte”, sintonizó los chillidos y aplausos de los fieles a su música fusionada, interpretada por una banda de maestros que en los solos daban cátedras.

Enrique aprovechó cada momento para referirse a sus deseos de cantar en el país y sin olvidar que en 1998 no pudo actuar. Hacía referencia a la solidaridad de amigos. Dedicó el concierto a su amigo Miguel, quien en su primera visita estuvo respaldándole y estaba dedicado a una ONG. Murió de sida. Como escrita para la ocasión, hizo “Nos dejaron volver”, seguida de “Alicia”, “Me halaste hondo” y “Leidi blue”.

Con su estilo de hablar y cantar, con voz ronca, vació un repertorio combinado con temas del nuevo disco y con los que habían captado la atención en el pasado.

Comunicó que iba a ofrecer esas canciones viejas, nuevas y de todos los tiempos, mientras el público le pedía las que grabó con Héroes del Silencio.

Fue al sonido del violín, mezclado con el de la batería, sumándose luego el de la trompeta, que cantó “Apuestas”. “Dímelo” y “Que le vaya bien bonito” fueron los últimos, para hacer una pausa a las 10:38, cuando dijo hasta siempre. Todos los presentes sabían que no podía despedirse, que era parte del truco para  medir las reacciones. Regresó con “Sácame de aquí” y “Rescate”, pidiendo después que le dieran un poco de luz. Se hizo la luz de los celulares.

Buen rejuego de luces y sonido limpio, bien ecualizado, aportaron a la calidad. La expresión “hermanas y hermanos , muchas gracias” era reiterativa en él y a las 11:00 dejó atrás los aplausos. Estos cambiaron y se convirtieron en exigencias de la mayoría del público que pedía temas de Héroes. “La chispa adecuada” fue el testimonio de que no podía dar más y se retiró a las 11:10.

COSITAS Y COSOTAS

– Faltó una seguridad que hiciera respetar las áreas de VIP. Quienes pagaron RD$2.500 y RD$1.600 perdieron, porque los de boletas más baratas tumbaron las barreras que los separaba. Muchas personas de VIP se pusieron nerviosas al ver cómo corrían los “oportunistas” para ponerse cerca de la tarima.

– No valió la pena clasificar las áreas para tantos problemas. Las sillas fueron retiradas y alguien dijo que fue por recomendaciones de la gente de Bunbury, porque no querían ver a nadie sentado.

– Entre los admiradores de Enrique hay muchos músicos dominicanos. Los rockeros estaban casi todos.

– Bunbury se hace acompañar por una súper banda musical, sobresaliendo el trombón, trompeta, piano y guitarra eléctrica. Hacen solos que le dan más brillo a los temas.

– Sabemos de personas que eran capaces de hacer cualquier cosa para estar presentes en el concierto. Se conformaron con escuchar a su artista sin poder entrar a la Fortaleza.

– Con sombrero, pelo largo y más flaco, Bunbury tiene la experiencia para conectar con su público.

– Imperdonable, como un abuso, fue clasificada la ausencia de la canción “Flor venenosa”. Bunbury no la cantó. ¡Bárbaro!

– Suaves, melódicos y movidos, se mezclaron para completar el repertorio.

– Por suerte no se armaron pleitos entre los presentes, porque si los guapos provocaban, habían botellas de ron vacías por donde quiera. No debieron permitir vender ron en botellas de vidrio.

– Los músicos se marchan hoy, mientras el cantante y su novia disfrutan las playas dominicanas.

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