El cantautor español Enrique Bunbury embriagó con su dramatismo y canciones a miles de personas en su esperado concierto en el que rinde homenaje a América Latina.

El enigmático y poético artista vino a República Dominicana luego de un recorrido por ocho países de Latinoamérica presentando su “Licenciado Cantinas World tour 2012”.

Luego de varios años de espera para los dominicanos, Bunbury llegó para afianzarse en los corazones de sus seguidores, quienes con  euforia corearon todas sus canciones y no se saciaban de pedir más.

Se pudo observar a hombres y mujeres llorando por Bunbury, exvocalista de la banda de rock Héroes del Silencio, incluso chicos que sin importar lo que dijeran vociferaban “Te amo, Héroe”.

El “Héroe de Leyenda”, como lo llaman sus fans, cantó 20 canciones en aproximadamente dos horas  y arribó a la tarima de la terminal del Puerto de Sans Soucí a las 9:45 de la noche, con un traje negro flameado por  llamas rojas  en los pies y brazos. En el escenario lo esperaba un micrófono cubierto de calaveras rojas.

Su entrada.  “Buenas noches, es un placer estar aquí, venimos con un grupo de canciones cantineras, para los corazones solitarios, esperamos que el repertorio  que hemos preparado para ustedes esta noche sea de su agrado”, expresó Bunbury al subir al escenario.

Su primera canción fue “Llévame”, seguida de “El solitario”, ambas de su nuevo disco “Licenciado Cantinas”, compuestas por los latinos Louie Ortega  y Alfredo Gutiérrez, respectivamente. En su última producción Bunbury recopila  15 canciones “cantineras”, de amor y alcohol compuestas por conocidos artistas latinoamericanos.

Su tercera canción fue de su álbum “Viaje a ninguna parte”, “La señorita hermafrodita” y luego “Extranjero”, una de sus canciones más coreada por el público.

Continuó su repertorio con el conocido vals  «Ódiame», compuesta por Rafael Otero y Federico Barreto, incluido en su última producción. “Habitantes”, “El anzuelo”, “No me llames cariño”, “Anima que no amanezcas”,  “Sácame de aquí” y “Que tengas suertecita”, fueron las canciones que siguieron enloqueciendo aún más a los espectadores.

Bunbury se arrodilló ante el público en el escenario como muestra de la emoción de sentir la euforia que recibía.

“El día de mi suerte”, canción de Hector Lavoe y Willie Colon, le puso el sazón al concierto y puso a mover las caderas de los que conocen esta salsa, pero ahora con toques de rock al estilo Bunbury.

“De todo el mundo” y “Si”, fueron las dos últimas canciones con las que Bunbury hizo su primera despedida del concierto, pero los gritos de “Enrique, Enrique” del público provocaron que el cantautor regresara al escenario para ofrecer “El hombre delgado de que flaqueará jamás”  y “Si no fuera por ti”.

El “Héroe” se arrodilló de nuevo al público y dio las gracias. “Muchísimas gracias, desde que aterrizamos en la isla nos han tratado muy bien”, dijo.

Cantó además “San Cosme y San Damián” e “Infinito” para su segunda despedida pero volvió al escenario y se refirió a las elecciones presidenciales de este año.

“Voten por quien voten nada cambia, esas son las malas noticias. La buena noticia es que todos  los verdaderos cambios empiezan  por uno mismo”, expresó Bunbury.

Siguió con la canción “El cielo está dentro de mí»,  de Atahualpa Yupanqui y luego “Al final”, con la que ató con todas sus fuerzas el sentimiento y la pasión entre sus miles de seguidores.

Zoom

Mala ubicación

La prensa

El área ubicada para la prensa estaba muy lejos de la tarima y desde ahí no se podía apreciar bien al artistas, ni el juego de luces que había en el escenario. Esto afectó la labor de los periodistas durante el concierto.