Enséñales la responsabilidad desde pequeños

Enséñales la responsabilidad desde pequeños

POR MIRIAM MARTÍNEZ
Es conveniente que los niños, desde pequeños, adquieran cierto compromiso en relación con el orden y recogida de sus juguetes. Esta actividad les permitirá ir adquiriendo autonomía y el valor de la responsabilidad.

DE 0 A 1 AÑO

En estas edades los niños no son capaces de recoger los juguetes con los que juegan o simplemente manipulan. A pesar de esto, es importante que vean cómo sus padres los ordenan una vez terminado el momento de diversión. Mientras se guardan los juguetes los padres pueden decirles frases como: » ya que guardaste el sonajero con los demás juguetes en la caja, ahora vamos a limpiar la muñeca, porque sino se siente triste por estar sucia».

De esta manera se empieza a despertar en los hijos el valor de la responsabilidad y del cuidado de los objetos. Aunque parezcan frases sin sentido en un primer momento, se producen cambios óptimos en la conducta de los niños a medida que éstos crecen.

DE 1 A 2 AÑOS

Exponga las reglas de forma clara. Es necesario que el niño le entienda, para ello trate de utilizar un lenguaje comprensible para el pequeño. Hágale comprender que cuidando los juguetes van a poder jugar mucho más tiempo con ellos, que estando guardados no se rompen, que se puede jugar a otras cosas en la habitación sin que estorben, que así se evitan las caídas o tropiezos con éstos… De esta manera no vivirán las reglas como algo sin sentido.

Hacer de la recogida de juguetes un juego. De esta forma, el niño no lo vivirá como una obligación, sino como un espacio de diversión. Esto ayudará a que más tarde no entienda la responsabilidad como una obligación sino como una conducta que le puede hacer sentir bien.

Las buenas palabras son mejor antídoto que el castigo. No castigue al niño cuando vea que no cumple las reglas previamente establecidas, ya que puede provocar más conductas negativas en el pequeño que positivas. Es mucho más productivo y pedagógico premiar al niño alabando su actitud cuando trata bien los juguetes, cuando pone el empeño de guardarlos. También es importante mostrarse firme cuando no las cumpla y animarle a que lo haga.

Utilice un tiempo para pensar. Cuando el niño está inquieto y no quiere obedecer bajo ningún concepto, es muy útil y al mismo tiempo educativo, dejar al niño que piense unos minutos en aquella conducta incorrecta y que se dé cuenta de la necesidad de desarrollar conductas correctas con respecto al trato de los juguetes para que estos le sirvan de diversión durante mucho más tiempo. No obstante, este tipo de situaciones son más convenientes cuando el niño está próximo a los dos años o partir de esta edad.

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