La jornada extendida en las escuelas públicas es una excelente oportunidad para introducir la enseñanza de la formación integral, del conocimiento de valores, a fin de desalentar la práctica de la delincuencia y el consumo de drogas entre los jóvenes del país.

Al tiempo que se promueve una licitación para la adquisición del instrumental de Robótica, para enseñarla en las escuelas de Jornada Escolar Extendida.

El presidente del Consejo Nacional de Drogas reveló que alrededor de 200 mil estudiantes dominicanos, entre adolescentes y jóvenes, se han insertado al mundo de las drogas y la delincuencia.

Es interesante y atractivo para la curiosidad de los niños y los jóvenes el uso de la Robótica y de nuevas tecnologías, pero también no es menos cierto que la sociedad dominicana tiene una situación preocupante con el auge de la delincuencia a todos los niveles.

El presidente de la Comisión de Educación del Senado ha solicitado una mayor integración de los padres y una coordinación con las autoridades escolares para evitar que los hijos caigan en el uso indebido de las drogas y en la delincuencia.

El mayor consumo de drogas está entre jóvenes con edades comprendidas entre los 13 y 19 años. Ahora que se conoce un proyecto de ley para que los padres de familia hagan más conciencia sobre el daño que ocasiona el uso de las drogas, es oportuno aprovechar la jornada de educación extendida para ensenar no solo la prevención de las drogas, sino la formación de valores espirituales.

Posiblemente sea más barato al Estado la enseñanza de valores espirituales y la inclusión de pastores a las escuelas de jornadas extendidas, que enviar miles de militares o policías a las calles. Creo que la prevención es más barata que el método de castigo. Después, hay que apresar los jóvenes y mover una maquinaria policial y judicial, y mantenerlos en cárceles del país resulta costoso. Y a veces, salen de la cárcel y vuelven a delinquir.

La Jornada Escolar Extendida es una oportunidad para comenzar la enseñanza de los valores que involucren la responsabilidad, el servicio a los demás y el amor al prójimo. Hay que enseñar, aunque sea de manera optativa, para el que quiera aprender a Jesucristo, como encarnación humana, de Dios, y de los valores que representa.

Debemos aprovechar la extensión del tiempo y los servicios escolares para que los jóvenes de hoy tengan la oportunidad de aprender una nueva dimensión de la vida espiritual. Que sepan que el mundo no es solamente la búsqueda y acumulación de riquezas materiales, que no se trata solamente de buscar una profesión, de hacerse de dinero, a como dé lugar. Hay que enseñarles una alternativa ante el rechazo que encuentran a veces en la familia.

Dios nos enseña el respeto por la vida y los derechos de los demás. Valores como la paz, el amor, la justicia, igualmente deben ser impartidos en la Jornada Escolar Extendida.