Cuando es bebé, háblale mientras le das el pecho o el biberón, y míralo fijamente, de manera que te imite y quiera hacer los mismos sonidos que haces tú.

Acciones como morder, deglutir, masticar y succionar son indispensables para que el pequeño pronuncie sus primeras palabras.

Muéstrale algún objeto y di su nombre, de manera que él lo vaya asociando con el sonido.

Háblale en tono alegre y cariñoso,  utiliza la palabra o frase correcta, y no use diminutivos para referirte a nada.

Cuando ya pueda articular palabras, enséñale canciones cortas, anímale  y  estimúlalo cuando haga progresos y  no lo regañes si no lo hace bien, sino repítale la palabra correctamente, cuántas veces sea necesario.

No permita que nadie le hable incorrectamente.

Escúchalo con paciencia cuando te cuenten alguna historia, aun que no entiendas ni papa, pero de ese modo el  sentirá que le interesa lo que te está diciendo y tendrá confianza en ti.

Léele  a menudo y cuando lo hagas le señalas el objeto que vas nombrado. También le muestras con los dedos que las frases se leen de izquierda a derecha.