Concluida ya la primavera, el pasado 21 de junio inició la segunda estación del año: el verano. Este vocablo proviene del latin veranum tempus, que quiere decir «buen tiempo» o «tiempo de florecimiento».

El verano está caracterizado por tener los días más largos y los rayos solares con menor inclinación, por lo que las temperaturas son las más altas del año.

En estos días es conveniente usar ropas ligeras, tomar  mucho líquido, especialmente agua,  para hidratar el organismo, comer frutas  y verduras  e ingerir alimentos que contengan fibras.

También es aconsejable ir a la playa, pero hay cuidarse  de los rayos solares, que pueden provocar quemaduras y enfermedades de la piel, incluyendo el cáncer.

Hay que recordar que debido al cambio climático, los rayos solares son ahora más intensos y por ende más peligrosos.

Tanto los chiquitines como los mayores no deben olvidarse de  usar cremas y lociones protectoras unos 20 minutos antes de salir de casa y después que salgan del agua. Igualmente, si van a la playa busquen un lugar donde haya sombra.

Los alimentos más recomendables de esta temporada son las sopas frías, los licuados de frutas, así como berenjena, lechuga, tomate, zanahoria, pepino y rábano, que contienen mucha agua.

Con respecto a las frutas, las hemos tratado como tema de portada. Además, en otra página damos las instrucciones para preparar un rico jugo de carambola.

Y, tomadas ya todas las precauciones para cuidar la salud disfrutemos a plenitud  el verano.