Los y las integrantes del Círculo de lectores de Tinmarín están participando de los talleres de creación literaria que organiza Cuesta, Centro del Libro.

Durante la  actividad, los y las participantes elaboraron cuentos en cadenas y también crearon los suyos. A continuación publicamos dos de los trabajos realizados por los niños. 

En un reino muy, pero que muy lejano, había una princesa llamada Lina. A Lina, le gustaba pintar y un día encontró una pintura mágica. Todos los días pintaba con ella para tratar de descubrir el secreto de su magia. Un día conoció a un niño de su edad llamado Gabriel al que también la gustaba mucho pintar. Siempre pintaban juntos. Lina lo quería mucho y le regaló su pintura mágica.

Pero un día de verano, sin querer hicieron un reguero de pintura y la malvada madrastra de Lina usó esta excusa para encerrarla bajo tres llaves  en cada puerta con un peligro. Un día Gabriel se armó de valor y fue a intentar salvar a su amada Lina. En la primera puerta había un ogro, pero Gabriel pintó una espada que se hizo de verdad y lo venció. En la segunda había un mar y en el mar una sirena que quiso enamorarlo con su canto pero Gabriel no se dejó enamorar pues amaba a Lina. En la tercera puerta había una oscuridad inmensa que le hizo desear dormir y se durmió allí.

Al despertar se vio flaco, no sabía cuánto tiempo había durado allí. Vio que había muchas calaveras y descubrió la trampa. Era sólo cuestión de desear las cosas con el corazón. Deseó tanto encontrar a la princesa Lina que de repente se halló junto a ella. Los dos salieron a donde la madrastra que huyó ante su felicidad. Cuando fueron grandes Lina y Gabriel se casaron y vivieron felices para siempre.