Jóvenes Contra la Violencia es una entidad social que rechazó ayer los niveles de violencia y corrupción que, a su juicio, imperan en el país, y llamó a la unidad de todos los sectores sociales para enfrentar esos males.
Su presidente, Tony Guevara, criticó en compañía de otros directivos, la violencia que se promueve a través de las redes sociales. Puso como ejemplo el juego de “La Ballena Azul”, que ha provocado autoflagelaciones y tragedias en niños y adolescentes.
En cuanto a la corrupción, cree que “mucha gente insaciable piensa que el erario es para ellos, y por eso tenemos una juventud en las calles, que carece de empleos y oportunidades. Hay que dar un ejemplo contra los corruptos”.
Santiago Castillo subrayó lo mismo, aunque apuntó que la corrupción estimula la violencia.
En tanto, Giovanni Morillo esbozó una visión estructuralista del problema. En efecto, la corrupción y la impunidad obedecen, según él, a la debilidad institucional del Estado.
Por tanto, aspira al fortalecimiento del aparato institucional del Estado, para que las instituciones funcionen sin importar el partido que esté en el poder.
En ese sentido, Tony Guevara agregó que el Congreso es infuncional, pues “los legisladores solo legislan para favorecerse ellos”.

Al lamentar que muchos empacadores de supermercados son menores de edad, Guevara pidió que los empleadores les aumenten el salario y respeten la jornada laboral de ocho horas.