SAN FRANCISCO DE MACORÍS. El Consejo Regional de Desarrollo (CRD) planteó ayer aquí que tras concluir el proceso electoral, las grandes transformaciones que producirá la transición generacional, conjuntamente con la revolución tecnológica e industrial y las metas de desarrollo que urge el país, impondrán profundos cambios en los estamentos del Estado, en los partidos y en las entidades sociales.
La entidad, a través de sus ejecutivos Ysócrates Andrés Peña Reyes, Abraham Abukarma y monseñor Jesús María de Jesús Moya, señaló que el posicionamiento de las nuevas generaciones y el surgimiento de nuevos liderazgos motorizarán la visión y niveles de conciencia que conducirán a la erradicación del mesianismo y a lograr que los organismos estatales dejen de ser propiedades privadas de sus incumbentes.
En esta etapa de nuestra vida democrática, nuevos rumbos facilitarán que los partidos y sus estructuras realmente se renueven, a fin de que tengan la fuerza moral y la capacidad de llevar a las funciones públicas a personas que, además de ser honestas, reciban la suficiente preparación para conducir con eficiencia las dependencias estatales que se les encargue para dirigir y administrar, explica la entidad regional.
El CRD señala que con esas iniciativas, lograremos el desarrollo nacional y el progreso de los dominicanos, sin dejarlos solamente en la voluntad y decisión de un reducido grupo de personas, al asumir que su muy compleja solución dependerá de los niveles de preparación y capacidad que se logre hacia lo interno de nuestras entidades políticas y de todos los componentes de nuestra sociedad.
Efectivamente, dentro del referido proceso, carecerán de razón de ser los liderazgos mesiánicos y endiosados, por los malos frutos que nos han arrojado, al entender que los mismos, en vez de beneficiar las metas de progreso humano que estamos obligados a conquistar, lo que han contribuido es a la solidificación y la profundización de los grandes males que nos afectan y agobian, explica el CRD.
La organización indica que los nuevos tiempos que se avecinan en el futuro inmediato consolidarán un liderazgo social y político, que asumirá como objetivo romper con la ceguera que producen los sectarismos y las ambiciones irracionales e infecundas, teniendo por soporte la vocación de servicio y la necesaria unión de todos los sectores sociales en procura de la paz, el desarrollo y la justicia social sustentable.
Consideró que este proceso de transformación deberá iniciarse tan pronto concluya este proceso electoral, con la elección de un nuevo Presidente.