POR LEONORA RAMÍREZ S.
La Cruz Roja Dominicana no es una institución que sólo se dedica a prestar servicios de ambulancia o a manejar los principales bancos de sangre del país, porque su mística también se concentra en el auxilio a las personas cuyas condiciones económicas son precarias, según las declaraciones de Ligia Leroux, presidenta de la entidad.
En ese sentido, y con la colaboración de agencias internacionales de cooperación, se canalizaron cañadas en Jaquimeyes, Barahona, se construyeron y repararon viviendas en el barrio Villa Ortega, de Hato Mayor, y en la comunidad de Mapioró, en Pedernales.
Asimismo, se rehabilitó el sistema de acueducto de Comendador, Elías Piña, se canalizó la cabecera del río Birán, en Barahona, y se implementó un programa para mejorar la capacidad productiva en el área agropecuaria, en beneficio de 400 familias de Elías Piña y San Juan de la Maguana.
Pero el acompañamiento de la Cruz Roja a las comunidades no se queda en la mejoría de infraestructuras, sino que implica campañas de concienciación dirigidas a enfrentar desastres en las áreas del Bajo Yuna, una zona propensa a las inundaciones. Como parte de todo ese plan estratégico, que se lleva a cabo desde el 2003, también se ofreció un programa de capacitación en 100 comunidades de la región Este que fueron duramente impactadas por el ciclón Georges en 1998.
“La Cruz Roja ha cambiado porque el mundo también lo ha hecho, hace 10 años en la entidad comenzaron a disminuir los voluntarios en el ámbito internacional, y de 105 millones pasamos a 90 millones.
“A partir de ahí comenzaron a analizarse cuáles serían las acciones que debían cambiarse, y se determinó que no bastaba el trabajo de los voluntarios, sino las comunidades, entonces se tomó la gran decisión de abrir a una institución que por mucho tiempo fue demasiado cerrada”.
Leroux, quien ofreció sus declaraciones en el almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio, dijo que ese proceso permitió el nacimiento de una nueva Cruz Roja, que se acerca a las comunidades para ayudarlas a que puedan mitigar los desastres, “de ahí comienzan todos esos proyectos en el país en las áreas más vulnerables, que son las cuencas de los ríos”.
“Nosotros trabajamos con el principal problema de la humanidad, la pobreza, que es la madre de las epidemias, del hambre, de la falta de vivienda, hacia ahí marcha la Cruz Roja Dominicana, sin abandonar sus propósitos iniciales”.
Leroux expresó además que la Cruz Roja ofrece servicios en las áreas que más necesitan los países, y puso como ejemplo que la primera sala de emergencia del país la creó esa institución, así como el primer hospital infantil y la primera escuela de enfermería.
PLANTA PURIFICADORA DE AGUA
La Cruz Roja Dominicana también cuenta con tres plantas purificadoras de agua, donadas por la Agencia Española de Cooperación, la Unión Europea y la Cruz Roja Española, las cuales se utilizan en situaciones de emergencia, como la destrucción de un acueducto o en períodos de inundaciones.
Esos equipos, explicó Gustavo Lara, director general de la Cruz Roja Dominicana, se utilizaron para auxiliar por tres meses a la población de Elías Piña, y luego a las comunidades de Hato Mano, Yuma y Cabral, de Higüey.
“Ese es un equipo de emergencia con el que puede contar el país, tenemos la capacidad de estar en dos o tres horas en cualquier comunidad, respondiendo a las necesidades de la población y eso no le cuesta nada al país”.