El presidente de la Fundación Equidad y Justicia Social, Fidel Lorenzo Merán, dijo ayer que le preocupa la manera en que el gobierno de Luis Abinader se ha estado manejando con la administración pública, beneficiando a los empresarios y organismos internacionales y a la vez delegando su trabajo.
Advierte que es un peligro para el Estado que entidades como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) asuman el rol de contratista del gobierno, empezando con el Ayuntamiento del Distrito Nacional desde la gestión de David Collado, continuando con los ministerios de Interior y Policía y Educación.
Criticó que el Ministerio de Economía recorte injustificadamente el presupuesto a las Asociaciones Sin Fines de Lucro que trabajan con poblaciones vulnerables y que el gobierno no escatime esfuerzos para desembolsar millones de pesos a organismos internacionales por motivo de “asesorías y acompañamientos”.
Lorenzo Merán cuestionó la poca transparencia con que se han instrumentado los casos de intermediación de estos organismos internacionales.
Citó el caso de la contratación por parte de la Oficina del Defensor del Pueblo con la PNUD para una construcción que incluye la sede para dicha organización, para la cual la oficina 2020 Defensor del Pueblo transfirió al PNUD RD$ 314,906,828.80 a la agencia internacional.
Fundación Equidad y Justicia Social anuncia VII Congreso “Familia a toda prueba”
La Fundación Equidad y Justicia Social (FEJUS), anunció la realización del VII Congreso “Familia a Toda Prueba”, con el tema «Familia, globalización y vida», el cual tendrá lugar los días 12 y 13 de presente mes de noviembre en el Auditórium de la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña en la Plaza de la Cultura.
El presidente de FEJUS, dijo que la familia es la célula fundamental de la sociedad y en estos momentos está siendo atacada de manera sistemática con el objetivo de destruirla, donde se rompen los limites, las reglas, las líneas de autoridad y todo va “manga por hombro”, los hijos mandan a los padres, los padres han perdido autoridad sobre los hijos, y la calidad de muchas familias de hoy suele ser cuestionable.