La Fundación Étnica Integral y la Asociación de Ascendencia Haitiana objetaron ayer que en la Cumbre del gobierno se aprobara otorgar residencia y naturalizar a los hijos de inmigrantes nacidos en el país desde 1950 al 2004, porque constituiría un absurdo.
Felipe Fortines, presidente de la Asociación Dominicana de Ascendencia Haitiana, dijo que esa decisión es un contrasentido, desde el punto de vista jurídico, pues ningún dominicano nacido en el país puede ser considerdo inmigrante.
Indicó que si se ejecuta la propuesta de la Cumbre colocaría al país al margen de los convenios internacionales y violaría la Constitución dominicana.
Solicitó que se deje sin efecto esa aprobación por parte de la mesa Migración y Frontera de la Cumbre, por considerarla excluyente y carente de sustentación legal.
Cree que se debe seguir el ejemplo de los padres de la Patria de promover la unidad de los dominicanos sin importar su origen.
Dijo que la Junta Central Electoral se ha negado a entregarles extractos de actas a quienes tienen apellidos de origen haitiano.