Por MARIEN ARISTY CAPITAN
Los miembros del Foro de Reflexión Socio-Educativo se quejaron  ayer de que el gobierno ha dejado de invertir en Educación para destinar recursos a la construcción del metro, la financiación de fundaciones y los  subsidios a la electricidad y el gas licuado de petróleo.

En una carta pública, los integrantes del foro afirman que el gobierno está dejando de construir 19,000 aulas que servirían para eliminar el déficit de infraestructura que tiene el sistema y, en su lugar subsidia la electricidad. Estas aulas, subrayaron, viabilizaría el desahogo de los centros y favorecería que los estudiantes estén en un lugar adecuado.

Dicen no entender cómo se decide dejar de construir y equipar más de 2,600 aulas este año para subsidiar el consumo de GLP; cómo se cambia la construcción de 3,000 aulas por la construcción de un kilómetro del metro; o se dejan de construir 30 aulas escolares para favorecer fundaciones, “muchas de ellas fantasmas, patrocinadas por los propios legisladores”.

Aunque importantes, dicen, esas cosas no son la prioridad del momento. “No estamos, necesariamente, en contra del subsidio a la electricidad, ni del GLP ni del metro. Pero sí estamos en contra de que se prive a los niños y jóvenes de este país del derecho que tienen a la educación para favorecer esas acciones. Es un asunto de prioridad. La educación de los niños y jóvenes es más prioritaria”, acotan.

Tras señalar que al decidir el presupuesto de este año hay que pensar en las implicaciones que tendrá  para el futuro del país, el Foro apunta que lo que están en juego es la formación del capital humano.

“Si no tenemos gente preparada para producir más y mejor, no tendremos espacio en un mundo que elimina rápidamente las trabas al comercio y la protección a la producción local. Por tanto, la única forma viable de iniciar el salto hacia el desarrollo es invirtiendo en la educación pero con visión de largo plazo. No invertir en educación es hipotecar nuestro futuro”, aseguran.

Otro punto a tomar en cuenta, aducen, es que la educación tiene la misión de formar ciudadanos con aptitudes y patrones de conducta que les permitan superar los “ancestrales problemas” de la sociedad dominicana y garantizar su convivencia civilizada.

Pero invertir en ellos es, además, un asunto de justicia social. “La educación genera oportunidades, abre puertas a las grandes masas de la población pobre que les permite transitar mejores rumbos  a los transitados en la vida por sus padres y madres. En resumen, rompe el círculo vicioso de la pobreza”.

La carta pública está firmada por Juan Tomás Tavares, presidente de EDUCA; Jorge Cela, S.J, director de Fe y Alegría; Franklin Peralta, del Centro Poveda; Alice Ziffer, FLACSO; y Radhamés Mejía, director del Centro de Investigación en Educación y Desarrollo Humano (CIEDHUMANO)-PUCMM.

También por Mukien Sang de Toribio, directora del departamento de Educación de Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM); Idelisse Sagrado, del departamento de Educación de la PUCMM; y Miriam Camillo, educadora.

Por otro lado, el Foro solicita al presidente de la República, Leonel Fernández, y a los integrantes de las cámaras legislativas que modifiquen el tratamiento que se le ha dado al sector educativo en el Presupuesto de Gastos Públicos correspondiente al 2006. A esta área, lamentan, sólo le han asignado un 2% del PBI.

En otro orden, los firmantes recuerdan que se está violando la vigente Ley General de Educación 66’97, que dispone la obligatoriedad de asignar a los niveles de la educación preuniversitaria no menos de un 4% del producto.

Al hablar de ello, se remontaron a la inversión de los últimos años. “Durante la década de los 90, como parte del Plan Decenal de Educación, el país fue aumentando sostenidamente su asignación a educación, hasta rondar el 3% del producto en el 2002. Sin embargo, desde el año 2003 este porcentaje bajó abruptamente, habiéndose mantenido en niveles sustancialmente inferiores al 2%  en los últimos tres años. El presupuesto de este año debía revertir de nuevo esta tendencia”.

Finalmente, después de reconocer que los funcionarios del gobierno están en una situación difícil a causa del endeudamiento público, recordaron que otros países en iguales condiciones sí invierten en educación.

“Conocemos el endeudamiento público del pasado cuyo servicio absorbe el 33% de los ingresos fiscales. Pero muchos otros países del mundo se encuentran altamente endeudados, sin que por ello dejen de destinar entre el cinco y el seis por ciento de sus respectivos PBI a educar sus habitantes”.