Cientos de personas de organizaciones y de la sociedad civil local e internacional se congregaron ayer en la avenida George Washington (Malecón) de Santo Domingo para exigir a Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), incluir el fortalecimiento de la familia en la agenda de la Asamblea General de ese organismo que se inicia hoy en el país.
La concentración, en la que además estuvieron representantes de las iglesias Católica y Evangélica, marchó de manera pacífica desde el Colegio Calasanz, frente a la Cancillería, hasta el Hotel Catalonia, en Malecón Center, donde realizan trabajos los ejecutivos de la OEA.
Karen Riquelme, portavoz del movimiento “Si queremos sostenibilidad”, dijo que si la OEA quiere promover un desarrollo sostenible para el hemisferio debe reconocer la familia como institución medular para lograr ese propósito.
“Solo fortaleciendo las familias, la sociedad y los gobiernos pueden caminar hacia un desarrollo sostenible, combatir la cultura contra los débiles y salir al encuentro de los necesitados”, expresó Riquelme.
Los manifestantes, que en su mayoría llevaban globos y ropa blanca como símbolo de paz, portaban pancartas con consignas en favor de la vida y en rechazo al aborto y al matrimonio entre personas del mismo sexo.
De su lado, el presidente de la Confederación Dominicana de Unidad Evangélica (Codue), Fidel Lorenzo, dijo que la Iglesia Evangélica siempre estará presente para apoyar y defender los valores familiares.
Indicó que harán todo lo posible para impedir que sean eliminados los valores cristianos, con los que esta sociedad siempre ha estado identificada y que están consagrados en la Constitución. “En este país la vida es un valor absoluto, no relativo. Nuestra Carta Magna contempla en su artículo 37 el derecho a la vida desde su concepción hasta la muerte pero además en el 55 está consagrado el matrimonio entre un hombre y una mujer”, dijo Lorenzo.
Manifestó que es necesario estar atentos, ya que hay organismos internacionales que quieren imponer como derecho “apetencias pecaminosas de los hombres”, tales como el matrimonio entre personas del mismo sexo y si la personas deben vivir o morir desde el útero de la madre.
Señaló que lo que piden es que sea respetada su identidad, su Constitución y su derecho a decidir lo que quieren como nación. Participaron representantes de varios países, como Chile, Colombia, Argentina, Perú, Paraguay y Puerto Rico.