El proyecto tardó cinco años y contó con apoyo internacional e incluyó zonas de parques
La restauración de 150 mil metros cuadrados de playa; la renovación de ocho infraestructuras turísticas de las provincias Samaná y Montecristi, así como la capacitación de comerciantes en manejo sostenible son parte de las transformaciones generadas en el turismo y la biodiversidad a través del proyecto de Biodiversidad Costera y Turismo.
La iniciativa fue lograda tras cinco años de trabajo bajo la coordinación de los Ministerio de Medio Ambiente y de Turismo, y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), con el financiamiento del Global Environmental Facility (GEF) y apoyo de 20 organizaciones.
Además de la restauración de costas, se logró vincular a más de 70 comercios en acciones para reducir y/o eliminar plásticos de un solo uso en sus comercios, a través de la iniciativa “Mejor Sin Calimete”; y concienciar a más de 7,800 personas sobre la protección de los recursos naturales. Además, facilitar el uso de tecnologías para monitorizar la erosión de las playas, especies marinas, ecosistemas costeros, entre otros.
Mientras que las infraestructuras renovadas están en los parques nacionales El Morro, Submarino de Montecristi, Manglares de Estero Balsa y el Monumento Natural Cabo Samaná.
También se restauraron 52 embarcaciones con colores alusivas al pez loro, concienciando a los pescadores de Manzanillo, y logrando que migraran de su trabajo original a preservar los recursos naturales y fomentar las excursiones acuáticas.
En las Terreras se levantó un museo que resalta la poesía dominicana, constituyendo un atractivo innovador, y un museo submarino para la restauración de corales.
También se empleó el uso de drones para el monitoreo de cambios geomorfológicos en playas y el primer monitoreo del Manatí Antillano en Las Terrenas; además se establecieron protocolos para vigilancia de cinco especies y recursos.
Estos datos fueron ofrecidos en un evento en el cual, Inka Mattila, representante residente del PNUD, resaltó que la oferta turística que promueve el país está sustentada en los recursos naturales, y sus bellezas reflejadas en playas, manglares, la flora y la fauna únicas son la “materia prima” y constituyen el capital natural que es imprescindible para sostener el destino que el país ofrece.