La confianza y la seguridad son clave para que se garantice la prosperidad y los adecuados niveles de desarrollo que deben existir en una nación que está cada vez más insertada en la competitividad global.
La aclaración la hizo ayer el procurador general de la República, Jean Rodríguez, quien agregó que darles garantías de una mayor institucionalidad en un ambiente de mayor formalidad a las empresas no debe ser el trabajo de una única institución o ministerio, sino que debe ser el trabajo conjunto de todas las instituciones del Gobierno, donde cada una tiene una responsabilidad hacia el país de diseñar y ejecutar las políticas públicas necesarias para crear el ambiente jurídico, económico y social ideal para atraer inversiones y capitales frescos que generen empleos, “know how” y con el personal capacitado que lleve las empresas del país a otro nivel.
Al participar como orador principal en el almuerzo mensual de la Cámara Americana de Comercio de la República Dominicana (Amchard), Rodríguez señaló que es un fiel creyente en el desarrollo de la empresa privada como motor del crecimiento económico de todo país y en la obligación del Estado de ser, más que nada, un ente facilitador.
“Su trabajo genera empleos y riqueza; y el nuestro, debe incluir siempre facilitarles las condiciones para que sus operaciones prosperen y lleven al país a los niveles de desarrollo que todos queremos”, precisó.
Dijo que las empresas, sean nacionales o extranjeras, por más aventureras, temerarias o propensas al riesgo que sean, necesitan un mínimo de condiciones, estables y predecibles, para la toma de decisiones, o sea que necesitan confianza y que para generar esta en empresarios e inversionistas, también se necesita seguridad.
“Seguridad económica, seguridad jurídica, seguridad física. En lenguaje corporativo: institucionalidad, formalidad, reglas de juego claras. Para lograr esto se requiere de un Ministerio Público acorde con los tiempos, adaptado a las realidades de un país que, a modo de ejemplo, en los últimos diez años ha experimentado importantes transformaciones que nos obligan a transformar también nuestro sistema de justicia y persecución de la criminalidad”, detalló.
El procurador general reconoció que a su llegada, en 2016, encontró un Ministerio Público que por décadas no se ha desarrollado ni ha crecido al mismo nivel que el resto del país, que desde el 2007 al 2016 su economía creció un 126%.
Asimismo, la industria turística aumentó en un 122 por ciento, recibiendo dos millones de turistas adicionales, que demandan protección y asistencia y que en los últimos 10 años nuestra población ha aumentado en más de un millón de dominicanos que requieren de protección, servicio y seguridad.