Entorno de hospitales son “mercados”

Entorno de hospitales son “mercados”

 En un gran mercado, donde se venden  jugos, comida, víveres, ropa  usada y hasta  medicamentos, han sido convertidos los alrededores de los principales hospitales de Santo Domingo, como el Francisco Moscoso Puello y el Luis Eduardo Aybar. A esto se agregan,  en desamparo, personas que al parecer han sido abandonadas por sus familias y sin protección del Estado, cuyo  único lugar de descanso es la acera de un hospital.

En un gran mercado, donde se venden  jugos, comida, víveres, ropa  usada y hasta  medicamentos, han sido convertidos los alrededores de los principales hospitales de Santo Domingo, como el Francisco Moscoso Puello y el Luis Eduardo Aybar.

A esto se agregan,  en desamparo, personas que al parecer han sido abandonadas por sus familias y sin protección del Estado, cuyo  único lugar de descanso es la acera de un hospital.

El frente del Moscoso Puello es el más apreciado, por su cercanía a los barrios más pobres de la zona Norte del Distrito Nacional.

Algunos de los propietarios alegan que están en esos lugares porque son cabezas de familias y no tienen empleo, por lo que de alguna manera deben buscar la comida de sus dependientes.

Martha Ogando es una de las tantas personas que tienen negocios frente al hospital Moscoso Puello. Tan variadas son sus mercancías que oferta hasta medicamentos como Acetaminofén, Iboprofén, Diclofenac, Ranitidina, ungüentos y otros para la piel.

Pero además vende otros artículos  como gomitas para amarrar cabelllos, pulsas, carteras, redecillas, así como otros utilizados básicamente por las mujeres.

Guarionex Méndez, colocó un puesto de venta de sábanas, cortinas y otros artículos que exhibe en plena acera de la avenida Nicolás de Ovando, entre el Moscoso Puello y la clínica de Pro Familia.

Aunque cerca del mediodía de ayer no había vendido la primera mercancía, es lo único con que cuenta para mantener a su familia en la calle 6 del populoso sector de Capotillo.

“Yo me desayuné hoy porque ella me regaló un yaniqueque” respondió Juana Mendoza, quien se la busca vendiendo prendas de vestir usadas para las mujeres, como blusas, zapatillas, tenis, que oferta desde 25 hasta 100 pesos.

Uno de los mayores inconvenientes que enfrentan quienes viven del negocio informal en ese lugar es la presencia de los desamparados, quienes abundan y se han convertido en peligro, tanto para ellos como para los clientes, ya que en ocasiones se tornan agresivos y cometen acciones delictivas como robos y atracos.

Aunque menos arrabalizada, el área de la ciudad sanitaria Luis Eduardo Aybar también es tomada por los negocios informales, donde también se ofertan  productos agrícolas, como yuca, batata, ñame, yautía y otros, hasta jugos, frituras, empanadas, helados y piezas de vestir. 

Sobeida Ogando expresa que no sabe qué hacer en caso de que las autoridades nacionales o municipales la desalojen de los alrededores del Luis Eduardo Aybar (Morgan), ya que no sabe otra cosa y tiene cuatro hijos que esperan en el barrio Las Cañitas a que ella llegue en la tarde para comer. 

Zoom

Hace un año

Griselda Custodio tiene un puesto de vender desayuno frente al Luis E. Aybar desde hace varios años, pero hace aproximadamente  un año que el Ayuntamiento la desalojó  de ese lugar, fue despojada de un triciclo que le costó diez mil pesos, el que todavía no aparece. La limpieza de ese entorno se detuvo sin explicación.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas