Entorno desfavorable afecta exportaciones

 Entorno desfavorable afecta exportaciones<BR>

En el primer semestre de este año, de acuerdo a las cifras preliminares del Banco Central, las exportaciones de bienes y servicios mantuvieron una tendencia alcista y la Balanza de Pagos tuvo un resultado global positivo, pero si se examinan en detalle los sectores se verá que las exportaciones, salvo las mineras, experimentaron una importante caída y eso guarda relación con el comportamiento de la economía global.

Las últimas proyecciones (julio) del FMI contenidas en el World Economic Outlook, apuntan a un crecimiento para este año de la economía global en 3.1%, las economías avanzadas en 1.2% y en el caso de los Estados Unidos, luego de un crecimiento de 2.2% el pasado año, las proyecciones ubican el crecimiento del PIB en 1.7% con perspectivas nada claras si la Reserva Federal comienza a desmontar los estímulos monetarios en el cuarto trimestre. En cuanto a la Zona Euro, la situación no puede ser más calamitosa, y las proyecciones señalan un crecimiento negativo de 0.6%.

En ese entorno internacional tan desfavorable, las exportaciones totales en el primer semestre alcanzaron un monto de US$4,782.5 millones, un incremento de 8.3% en relación al pasado año, mientras las exportaciones nacionales sumaron US$2,377 millones para un aumento de 16.5%. Pero ya en el detalle resulta que las exportaciones nacionales, tanto las tradicionales y las menores, decrecieron y solo experimentaron aumentos las exportaciones de oro y plata.

Afortunadamente del lado de los servicios el panorama fue moderadamente bueno, pues los ingresos por turismo ascendieron a US$2,636 millones para un incremento de 3.3% y las remesas familiares sumaron en el semestre US$1,556 millones, un aumento de 0.8%.

La ralentización del crecimiento, apenas a 0.30% en el primer trimestre y 1.6% en el primer semestre, motivados por el impacto de la reforma, el sobreajuste fiscal y el entorno global, han provocado una caída en la demanda por importaciones y así las nacionales disminuyeron en 7.6%, las importaciones totales en 5.3% y la factura petrolera disminuyó 8.5%. Gracias al aumento de las exportaciones y la reducción en las importaciones la cuenta corriente de la Balanza de Pagos se redujo de US$1,616 millones en 2012 a US726 millones, para una caída de 55.1%

La cuenta de capital y financiera alcanzó un resultado positivo de US$1,637 millones, que representa un aumento en US$330.6 millones, equivalente a un incremento de 25.3%, mientras la inversión extranjera directa alcanzó el monto de US$798.9 millones, una caída de 65.1%, originado en que cesaron las fuertes inversiones de los años precedentes al concluirse las instalaciones de la Barrick.

El resultado global de la Balanza de Pagos fue positivo en US $630.2 millones, superando los resultados negativos de los últimos cinco años, y eso se reflejó en un aumento de las reservas internacionales netas, que al mes de junio alcanzaron un monto de US$3,841.2 millones, un incremento de US$622.2 millones en relación a junio de 2012.

El panorama para el sector externo Dominicano es complejo, pues tenemos una economía global, especialmente nuestros socios comerciales, cuya demanda no estimula el incremento de nuestras exportaciones; a eso agréguese la posibilidad de la reducción este año de las exportaciones para Haití por las diferentes vedas aplicadas; más una inversión extranjera directa cuyos montos serán inferiores a los años precedentes por el motivo explicado de que concluyó la instalación de la minera Barrick y en adición el propio ambiente global es poco propicio a fuertes inversiones en los diferentes sectores.

Para este año las posibilidades de mantener una Balanza de Pagos manejable y una relativa estabilidad del tipo de cambio, reside en los ingresos derivados de la renegociación del contrato con la Barrick Gold, que turismo, remesas y zonas francas mantengan la tendencia alcista o en caso extremo la colocación de nuevos bonos soberanos para este año.

Por supuesto, queda como agenda pendiente elevar nuestros niveles de competitividad, con la finalidad de multiplicar las exportaciones; única forma de crear más empleos productivos, reducir la pobreza y contar con los recursos para construir una sociedad más equitativa.

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