A partir de esta semana, los que busquen empleo en la ciudad de Nueva York tendrán acceso a una información clave: el sala que ofrece la vacante. A partir del 1 de noviembre, los empleadores deberán divulgar “un rango salarial calculado para cada empleo, promoción u oportunidad de traslado publicados”, según la Comisión de Derechos Humanos de la ciudad.
Otras ciudades y estados del país están adoptando medidas similares de transparencia en los anuncios de puestos de trabajo, en un esfuerzo por reducir la brecha entre los ingresos de mujeres y de las personas de minorías étnicas.
Seher Khawaja, abogado para Legal Momentum, una organización que ayudó a redactar la ley neoyorquina, dijo que la transparencia salarial “le da a los empleados y trabajadores información necesaria para evaluar mejor cómo son valoradas sus posiciones y si están siendo remunerados apropiadamente”.
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Además, brinda a los empleadores una manera de evitar demandas judiciales. “Esto pone a prueba a los empleadores, que ahora deberán pensar en cómo fijar los sueldos y evitar prácticas discriminatorias que existían antes”, dijo Khawaja. Haris Silic, vicepresidente de Artisan Talent, una agencia que ayuda a conseguir empleo a trabajadores creativos, dijo que la ley inicialmente podría ser difícil para los empleadores, pero “todos conocen el valor que tiene”.
“Todo empleador alguna vez fue empleado”, comentó Silic. Varias asociaciones empresariales han argumentado que la ley podría crear “insatisfacción en la fuerza laboral y exigencias de modificar las escalas salariales existentes que el empleador podría no poder cumplir”.
“En una escasez laboral, o en el contexto de querer lograr metas de diversidad, la cifra máxima publicitada podría ser significativamente mayor que el rango salarial histórico”, escribieron las asociaciones empresariales en una carta al concejo municipal.
Colorado fue el primer estado en aprobar una ley sobre transparencia salarial en 2019, seguido por California, Maryland, Nevada, Rhode Island, Connecticut y Washington. En cuanto a ciudades, han adoptado medidas similares Cincinnati y Toledo, ambas en Ohio.