La tregua integral de dos meses en el Yemen entró hoy en vigor sin que se produjeran ataques entre las partes enfrentadas, mientras que los ciudadanos de a pie ven con esperanzas este ansiado armisticio que esperan que suponga el fin de la larga guerra en la que está sumida su país desde 2014.
La tregua, anunciada el viernes por el enviado especial de Naciones Unidas para el Yemen, Hans Grundberg, dio comienzo este sábado a las 19.00 hora local (16.00 GMT), en el primer día del mes sagrado musulmán del ramadán y poco antes de que se pusiera el sol y los fieles rompieran el ayuno diurno.
“Esta es la mejor noticia que hemos escuchado en los últimos siete años”, dijo a Efe Hosam Abdulmajid, un funcionario de Saná, la capital yemení controlada por los rebeldes hutíes desde que se inició el conflicto armado.
Abdulmajid asegura que los yemeníes quieren la paz y dejar de lado las armas de una vez por todas, por lo que calificó la tregua de “algo muy grande” que los ciudadanos del Yemen “necesitaban con urgencia».
Ali al Mujahid, maestro de escuela primaria, se muestra optimista con este armisticio, uno de los más largos que se han acordado entre los hutíes y el Gobierno internacionalmente reconocido, que está apoyado por una coalición militar capitaneada por Arabia Saudí.
“Esperamos que sea el final de la guerra en nuestro país, porque siete años son más que suficientes”, señala a Efe visiblemente aliviado. “Hemos llegado al punto de la inanición, no podemos seguir viviendo de esta manera”, añade este maestro desde Saná. Sin embargo, desde detrás del mostrador de su tienda de verduras, Mohamed Husein se muestra un poco más escéptico sobre la implementación del cese de hostilidades, aunque espera que se mantenga.
“Hemos oído hablar de muchos alto el fuego, pero cada vez se incumplen”, cuenta Husein a Efe mientras espera a los clientes en su puesto de verduras en un mercado Saná.
Por su parte, Grundberg celebró en un comunicado la entrada en vigor de la tregua y de la “acogida positiva” de ésta de las partes, mientras que advirtió que debe servir para alcanzar un acuerdo para “restaurar la confianza entre los bandos enfrentados y reanudar el proceso político destinado a poner fin al conflicto».
Asimismo, aseguró que el éxito del armisticio “dependerá del compromiso continuo de las partes” y deseó que “la buena voluntad» expresada públicamente “se traduzca en una reducción a largo plazo de la retórica incendiaria de los medios y el discurso del odio» entre ellos.
Grundberg señaló que próximamente se facilitará la entrada de 18 barcos de combustible en el puerto de Al Hudeida, controlado por los hutíes pero sobre el que la coalición impone un bloqueo, y que forma parte de las condiciones para establecer un alto el fuego. También reveló que se permitirán dos vuelos comerciales a la semana desde y hacia el aeropuerto de Saná, que corre la misma suerte que el puerto de Al Hudeida, aunque no especificó cuándo comenzarían las operaciones en las instalaciones aeroportuarias.
La guerra en el Yemen estalló en 2014 y en marzo de 2015 se convirtió en un conflicto regional con la intervención de una coalición militar capitaneada por Arabia Saudí contra los rebeldes hutíes y en apoyo del Gobierno reconocido internacionalmente.
Según la ONU, el conflicto ha provocado la catástrofe humanitaria más grande del planeta y más del 80 % de la población yemení requiere algún tipo de ayuda.
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