POR SEGUNDO ANTONIO VÁSQUEZ
En los templos de la Zona Colonial es donde se centra la consolidación del diseño estructural decorativo e histórico de América, principalmente en sus pórticos.

En el templo evangélico situado en la calle Las Mercedes esquina 19 de Marzo, para el lado de esta última vía, se puede apreciar un pórtico de siete metros de alto cuyo arco de medio punto está hecho con cinco bloques cuadrados de hormigón armado colocados en al borde central de la superficie interna.

Éste en cada lateral presenta un enmarcado de molduras del mismo material, formando otros bloques iguales de poco grosor que dejan un corto hueco vertical, los cuales a partir de la mitad tienen montados encima dos bajantes que proceden de la parte de arriba del marco. Estos en lo alto se unen a una doble moldura que allí cierra paralelamente.

Sin embargo, cada ángulo remata con la formación del tope de un arco persa, pero por debajo del cimiento se encuentra formado con la parte superior de un arco bizantino.

Otra curiosidad estructural es que abajo de cada rincón esquinero aparece una moldura formando una circunferencia.

En el remate del portal aparece una doble moldura gruesa que iniciándose en cada lado curvadamente, al llegar al medio  se enrosca dejando una cavidad dividida por un grueso bloque ovalado saliente que encierra el emblema religioso del templo.

Pero, si llegamos al frente norte de la Catedral Primada de América, apreciamos que aparece el altísimo arco de la arcada correspondiente al Cabildo Eclesiástico, el cual limita el acceso al pórtico de piedra de ese lateral.

Allí encontramos que este tiene un arco carpanel formado por dobles nervaduras que centralmente encierran un decorado de bolas isabelinas que se multiplican.

De esta curva surge otra que es ojival, cuyas molduras nervadas abarcan un centro con los mismos globitos isabelinos, la cual encierra un jarrón de lirios; las armas del templo catedralicio dedicadas a la anunciación.

 Sin embargo, ambos arcos cercan un espacio que tienen tres nichos ocupados por doseletes formando conchas, donde están las imágenes de Santo Domingo, San Saturnino y la Virgen.

Estos arcos surgen de piezas verticales apoyadas en recios asientos, donde aparecen esbeltas columnillas de piedras arrimadas a la pared, cuyos medios tienen decorados de molduras formando en parte triángulos y curvados rematando con un grupo de esferas de rocas unidas.

Además, hay otras molduras de arista viva biselada, rematada por flameros, como también las hay con pequeños ornamentos que tienen temas vegetales, los cuales sirven como punto de arranque en sí.

Igualmente, en el segundo nivel correspondiente a la parte trasera del Alcázar de Diego Colón, se puede observar sobre el mismo lateral de la galería un curioso pórtico cuyo arco es de medio punto, el cual fue construido en piedras calizas con un enmarcado adornado con elementos propios del estilo isabelino, el cual levanta la curva en los extremos del rectángulo que forman una doble T.

Sin embargo, en el lateral nordeste, el pórtico del segundo nivel presenta un enmarcado totalmente construido de ladrillos biselados en el arco carpanel que también levanta la curva, el cual es de estilo múdejar.

Asímismo, en el lateral del templo de Regina hay un precioso portal de pilastras persas donde más arriba aparece una franja de bloques terciados que abarcan el decorado de típicos animales fabulosos, cálices, curvas y molduras enroscadas.

Ya en la parte superior aparece un espacio triangular sobresaliente que encierra una ornamentación plateresca, donde se destaca un busto orlado, cuyos vértices están coronados por una serie de representaciones mitológicas, expresión estética que refleja el estilo renacentista.