Entre acrobacias aéreas y destellos reeleccionistas

Entre acrobacias aéreas y destellos reeleccionistas

La promoción de acrobacias aéreas  para celebrar el centenario de la aviación dominicana coincidiendo con un acto político para activar la  reelección, organizado por los más allegados al presidente Fernández, provocaron cientos de correos electrónicos recordando aquel famoso desfile del millón del 1960 para celebrar el cumpleaños de Trujillo,  que como se sabe, preparaba el escenario de su re-postulación. La historia se repite, decían muchos de esos mensajes, pero el tiempo ha transcurrido y las cosas no son iguales.

El de 1960 fue organizado por los allegados al dictador que llevaba en el poder casi 30 años; el de ahora fue organizado por los seguidores de quien  hasta hoy es un demócrata,  pero a quien  pretenden empujar hacia el camino que él mismo señaló como equivocado.

Mientras se anuncian medidas de austeridad que pretenden apretar más el cinturón de los dominicanos, no solo se quemó combustible   para deleitar a un pueblo que suponen deseoso de circo, sino que concomitantemente en otro escenario se presentó un espectáculo político, que reafirma el criterio de que los anhelos de poder son capaces de tirar  por la borda principios como fundamentos institucionales y legales.

Porque el espíritu continuista ronda todavía los rincones del palacio, y peor aún vive en el corazón de algunos que habiendo logrado riquezas y poder en esos entornos, se resisten a darles oportunidades a otros, que aún  respetando esos bienes y poderes, no permiten que puedan entrar en competencia.

No es que el presidente Fernández haya expresado que va o que no va a la reelección, sino como dicen algunos, todo lo contrario. Ni una cosa ni la otra, sino cualquiera de las dos, siempre que el jefe sea el jefe, pues al final  es lo que importa.

Pero a pesar de todo, no deja de ser importante que las nuevas  generaciones conozcan  de estos dos acontecimientos políticos millonarios que giran en torno al mismo tema. Aquel del millón de gente del 1960 cuando la población era alrededor de 3 millones, y el de ahora de 2 millones de firmas con una población de aproximadamente 10 millones.

Algunos  apuestan a  que al final habrá de imponerse la sensatez que en cierto modo  ha caracterizado  en muchas acciones al presidente Fernández; sin embargo, hay otros que  entienden que los promotores no dejarán espacio, partiendo de que las oportunidades siempre deben ser aprovechadas, no importa el costo, pues cuando el  poder obnubila, los lleva a entender  que  los idealismos no cuentan, las protestas se desvanecen y todo se compra.

Es difícil saber en realidad  lo que sucederá en las filas del partido en el poder y su posible candidato presidencial. De lo que no cabe dudas es, que sin las anunciadas  intenciones reeleccionistas sustentadas por funcionarios y personas importantes del entorno presidencial, ni se hubiera realizado dicho espectáculo político  cuyo costo nadie  ha estimado, ni  habría coincidido con las piruetas   del centenario de la aviación dominicana. 

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