Entre canción y canción, la noche del lunes Jackeline Estévez transportó a su publico a varios momentos especiales: desde aquel día en que mostró por primera vez al público todo su talento en un festival intercolegial de su tierra, San Francisco de Macorís, hasta aquel épico viaje a México junto a su querido Anthony Ríos.

Sus emociones estaban a flor de piel durante el concierto realizado en el Palacio de Bellas Artes, y no era para menos. Celebrar sus 33 años en la música en un evento tan especial como este, hacerlo junto a su hijo quien forma parte de los músicos de la “Orquesta Sinfónica del Gran Santo Domingo” tocando la batería y tener entre al público a Anthony Ríos, considerado para ella su maestro y parte fundamental de su carrera, hicieron de esta noche, una sin dudas inolvidable.

El concierto, producido por el coreógrafo Rafael Pérez, inició a las 8:58 de la noche ante un auditorio casi repleto. Usando un hermoso vestido negro, Jackeline apareció imponente en el escenario con la seguridad que siempre proyecta, interpretando el tema “No discuto contigo”.

El público reaccionó con vítores y de inmediato continuó con los temas “Espéralo”, “Ni en sueños”, “Búscate otra” y “No tengo nada”.

A pesar de los años, la intérprete aún presume de su potente voz, como demostró sobre todo en los temas “El triste” de José José -que le mereció una ovación de pie- y la adaptación en español de la canción de Whitney Houston, “I Will Always Love You”.

“Bienvenidos todos, disfruten estos 33 años de carrera”, saludó a su público la cantante.
“Esta es parte de mi producción de boleros”, dijo antes de entonar las letras de “La cuarenta”, del fallecido cantante cubano Rolando Laserie.

Uno de los momentos más especiales fue cuando aparecieron en el escenario “Divas By Jiménez” a cantar junto a Estévez el tema “En carne viva”, que interpretan las chicas en merengue.

Todo el repertorio, compuesto por más de veinte temas, tuvo arreglos sinfónicos exquisitos, pero… “somos dominicanos y en una fiesta no puede faltar el merengue ¡jamás!”, expresó la cantante. Luego de excusar a Fernando Villalona -a quien invitó al concierto y no puedo estar por el fallecimiento reciente de su padre- cantó junto a uno de los chicos del coro el merengue “Me muero por ti”.

Emotivo. Mientras cantaba “Crisálida”, invitó a Anthony Ríos, autor de la popular canción, al escenario. Este fue el momento más emotivo de la noche: Estévez le hizo una reverencia a Ríos y luego se fundieron en un sincero abrazo lleno de respeto y admiración mutua dando muestras de su cariño. Y así culminó, pasadas las 10:40 de la noche, el concierto donde la cantante celebró junto a su público este aniversario especial.