Una de las sorpresas artísticas más significativas en la recién inaugurada Feria del Libro Santo Domingo 2015 indiscutiblemente lo ha sido la presencia del cantautor español Víctor Manuel.
El intérprete actuó sábado y domingo en la sala Carlos Piantini del Teatro Nacional Eduardo Brito y durante dos horas y media entregó un repertorio de sus mejores canciones en las que canta al amor, a su esposa, la cantante y actriz Ana Belén, a su hija Marina y, sobre todo, a hechos pasados de su amada España y otros más recientes como el derribo de las Torres Gemelas en Nueva York.
Fueron más de treinta canciones con las que resumió su medio siglo en los escenarios, interpretadas en un concierto maravilloso, íntimo, lleno de recuerdos, unos tristes y otros alegres, de las vivencias de antaño que marcaron su vida y de las anécdotas de una gran parte de los temas de su repertorio, todo dicho con una gracia y un estilo único, que provocaba aplausos sonoros y sonrisas de su público en su mayoría adulto.
A las 8:00 de la noche, el apagado de las luces anunció la entrada al escenario del esperado artista. Tras una reverencia, tomó su guitarra, se acomodó en una silla y con un dejo de nostalgia, entonó “Mis recuerdos” (1969) en la que recoge sus memorias de infancia junto a su familia en su casa de Asturias.
A seguidas presentó a los dos músicos que le acompañaron: su hijo, el pianista David San José, y el guitarrista Borja Fernández Serrano Montenegro. A partir de ahí la noche transcurrió con sus historias. La primera de ellas se refirió a su pueblo y a su madre. Dijo que ella no iba a la iglesia, pero siempre lo llevaba a los templos. “La romería”, “Paraxinos” y “El abuelo Vítor” fueron de las primeras canciones que interpretó con su inconfundible estilo. Hizo la historia de este último tema.
“El abuelo era muy especial y murió poco después que esta canción se hizo popular en España. No sé si la habrá escuchado, aunque creo que sí, porque en una ocasión me dijo: “¿Qué haces tú contando que tu abuela me escondía el tabaco?’”, relató con una sonrisa, mientras el público aplaudía.
Entre canción y canción había una historia, sea personal o del tema en sí.
Aseguró que era un pésimo estudiante, pero leía todo lo que caía en sus manos. Incluso llegó a ocultar sus calificaciones para que sus hijos, a quienes siempre exigía estudiar, no las vieran.
“El cobarde” (1968) es una canción que surgió a raíz de la lectura de un reportaje de la fenecida periodista italiana Oriana Fallaci sobre la guerra de Vietnam en el que un soldado durmió abrazado a un compañero caído.
Este tema fue censurado en su país, sobre lo que comenta: “Yo era muy joven cuando hice esta canción y pensaba que era pacifista, pero el gobernador de Tenerife dijo que era militar. Yo la mandé a un festival y aunque ganó el gobernador decidió que no y ganó una canción de turismo. Me dejaron en el cuarto lugar”, señaló el intérprete, quien otras veces fue censurado.
Otra canción que tiene su historia es “María coraje”, una de las más aplaudidas. Esta surgió de las historias que contaban en su pueblo sobre una mujer valiente que aún advertida por la guardia para que no se acercara a 12 muchachos muertos, lo hizo, sacó un pañuelo, les limpió los rostros y cerró sus ojos.
“Solo pienso en ti”, “España camisa blanca”, “El hijo del ferroviario”, “Quiero abrazarte tanto” (la cual le abrió las puertas en América Latina), “Soy de España” y “Soy un corazón tendido al sol” fueron muy aplaudidas. Al final del concierto saludó a los más próximos al escenario.