Con un petróleo de costo desastrosamente alto, y otros factores encareciendo productos y servicios, es urgente ahorrar combustibles. Paradójicamente, también procede aumentar producciones, como las de alimentos, atadas considerablemente al uso de hidrocarburos y otros insumos cuyos precios se han disparado.
Sin consumir más gasoil y gasolina no podrían obtenersemás bienes de origen agropecuario, ni transportarse a los mercados locales y externos.
El país tiene que ser eficiente en el gasto, lo cual es forzosamente un asunto de los individuos en particular pero también un deber colectivo para hacer crecer el uso de energía pero estricto apego al rendimiento. Al gobierno le corresponde establecer reglas claras y efectivas que estimulen los usos energéticos que más favorezcan a la economía, tanto en el aspecto de la producción como en los consumos esenciales. Mover tractores, maquinarias, plantas eléctricas y medios de transporte de la vida productiva debe ser prioritario en esta crisis. Lo que jamás debe hacer el país es detenerse, ni ser más lento en sus actividades básicas, porque el petróleo sea más caro.
Que florezca más la caña de azúcar incontenible
Drasticidades de la realidad de un Estado fallido, en lo que se refiere a ser dueño de medios de producción, han empobrecido a zonas azucareras en Puerto Plata, Barahona, San Pedro de Macorís y sus entornos. La quiebra de ingenios estatales seguida de deficientes privatizaciones, volvieron ociosas extensiones de tierra y desemplearon a muchos hombres y mujeres. Promisoriamente, la gramínea dejada de moler hasta ahora podría cobrar enorme valor, pues la caña de azúcar es el cultivo que más productivamente puede convertirse en fuente de energía sin conspirar contra la seguridad alimentaria.
Ha trascendido que el proyecto Vicini-Central Romana, nacido para activar algunos centrales azucareros en la provincia de la Serie 23 comenzaría en mayo, lo que origina excelentes presagios de siembras para lograr grandes cosechas y producir etanol, obtener azúcar y generar electricidad en una región de la geografía en el que había menguado la creación de empleos El pre anuncio de que habría una inversión inicial de 500 millones de dólares para ese propósito resulta un campanazo con dulzor de guarapo.