Entre homenajes y sepelios, México llora a sus muertos

Entre homenajes y sepelios, México llora a sus muertos

Cinco días después del devastador terremoto de 7.1 grados que dejó más de 300 muertos en México, los homenajes y sepelios de las víctimas se sucedían entre flores y veladoras en la capital, donde palidecen las esperanzas de encontrar a gente con vida bajo los escombros.
La acostumbrada misa de medio día en la barroca catedral de Ciudad de México estuvo teñida de oraciones por las víctimas y el llamado a mantener la ayuda a los damnificados, en un país donde cerca de 84 millones de personas profesan la religión católica, según cifras oficiales.
Cerca de ahí, en las ruinas de una fábrica textil que se desplomó, decenas de mujeres acudieron para rendir tributo a las costureras que perdieron la vida en ese lugar.
Entre flores y veladoras, las mujeres colocaron una cruz color rosa que decía «Tu nombre es el mío» y gritaron los nombres de las trabajadoras muertas. Mientras, en la periferia de la megaurbe, se celebraba el sepelio de María Ortiz, una mujer de 57 años que murió al desplomarse sobre ella un lujoso pero viejo departamento del barrio de Condesa, donde trabajaba haciendo servicio de limpieza. «Nos dijo hace un mes que ella nos quería mucho, que se quería quedar con nosotros, quería morir viejita, limpiar su casa, pintarla», dijo su hija Mirna López, al lado de la tumba rodeada de flores y ante más de cien allegados.

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