Entre Jorge Luis Borges y Alberto Cortez: ¿Diálogo o entrevista?

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Esta es la continuación del encuentro que ofreció algunas revelaciones que  el cantautor desgrana en su obra “Desde un rincón del alma”, publicada por Emecé Editores. Cortez tiene tres publicaciones anteriores con la misma empresa: “Soy un ser humano”,  “Equipaje” y “Almacén de almas”.

Habíamos anotado que Alberto se disculpó por que debía hacer una entrevista al poeta y esa no era su fuerte.

Ya estaba a punto de iniciarse el intercambio para la televisión, entre Jorge Luis Borges, el reconocido poeta y Alberto Cortez, para el canal 2 de la pantalla chica mejicana.

Poeta y cantautor habían intercambiado muy poco. Pero, previsor, Cortez había suplicado indulgencia a Borges, como entrevistador, y éste le dijo “No se preocupe, amigo, en materia de ignorancia, ya somos dos. En verdad, quien inició la entrevista o el diálogo fue el poeta:

-Así que usted nació en La Pampa -me dijo.

-Así es, respondí agradeciendo su iniciativa.

-Es curioso, pero la llanura, la lejanía de La Pampa parece como una cuarta dimensión, como algo inalcanzable.

-¿Lo dice porque la línea del horizonte se diluye y cuesta distinguirla?, le pregunté.

-Sí, el horizonte es una buena idea. Los que viven en la llanura es como si vivieran en el infinito, porque el horizonte es inalcanzable. Los que viven en zonas montañosas son diferentes, porque tienen el horizonte en el cerro más cercano. Nosotros, los que vivimos en las grandes ciudades, somos los menos afortunados, porque en nuestro horizonte se reduce a la acera de enfrente.

-Ese horizonte de la acera de enfrente – dijo Cortez –me  cuesta creer que sea el suyo, por la amplia visión de la vida y de todo lo que usted tiene.

– Ahora, amigo, mi horizonte no es más que un lejano punto de la memoria y una Pampa amarilla, inhabitada e infinita también.

-¿Será por la lejanía, señor Borges, que la milonga tiene esa cadencia tan especial?

 – La milonga es una herencia de los españoles, que se hizo muy popular entre los gauchos, pero es una herencia española.

-¿Entonces, si no es la milonga, cree usted, señor, que el tango se podría considerar como la música más representativa de los argentinos?

 -Desde luego, a mí no me representa en absoluto, y yo siento que soy profundamente argentino. El tango [… nació en los burdeles más sórdidos de los arrabales porteños…] […la gente no lo tomaba en serio. Era un coito. Ninguna mujer se atrevía a bailar el tango, por eso sólo lo bailaban los hombres en las veredas de los barrios marginales. A mí me gustan algunos tangos, continúa Borges. Yo conocí a Vicente Greco, que fue un gran autor de tangos, pero desde la aparición de Gardel en adelante, el tango dejó de interesarme…]

 A una seña del regidor del programa, Alberto le preguntó que si le gustaría escuchar una milonga pampeana. […ataqué con mi guitarra los acordes de Distancia…].

 Al terminar Borges preguntó: ¿Quién escribió esos versos?

 -Son míos – le dije.

 -Son bellos y muy sentidos, es una milonga escrita en una lengua más culta que en la de los gauchos.

 Por ejemplo, ellos, en lugar de “infancia”, dirían: “niñez”, en lugar de “pequeño” dirían “chico”….]

Nota: Véanse en la obra de Alberto Cortez “Desde un rincón del alma”, Editora Emecé, pp. 200-205, primera edición, Buenos Aires, Argentina, 1997.

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