Entre líneas y “peros” en declaración del FMI

Entre líneas y “peros” en declaración del FMI

En las declaraciones del FMI, especialmente de misiones técnicas que visitan naciones como parte de consultas y estudios periódicos que este organismo realiza, entre líneas y “peros” suelen ser tan importantes como las afirmaciones que la preceden.
Esto así por tratarse de relaciones entre un organismo internacional del sistema de las NNUU con uno de los Estados integrantes, lo que obliga cuidar expresiones y estilos. Y porque el FMI actúa como ente financiador u orientador a inversionistas y financiadores de gobiernos; por lo que debe evitar pánicos y temores indeseados.
De ahí la importancia de entre líneas y “peros” del FMI que vienen a ser para la nación lo que son las “notas” en los estados financieros auditados para las empresas: formulan advertencias sutilmente para explicar situaciones difíciles.
La declaración del pasado 14/02/18, es ejemplo de ello. Con el lenguaje propio entre organismos públicos, nacional e internacionalmente entrelazados, reconocen intenciones y esfuerzos no necesariamente plasmados en y parten de señales gubernamentales, a veces de humo, para insinuar y/o reforzar, mediante entre líneas y “peros”, rectificaciones y reformas necesarias.
Es el caso al reconocer perspectivas de nuestra economía sobre la cual considera “persisten riesgos” por “precios del petróleo… demanda interna más débil” -traducibles en mayor déficit comercial- “condiciones financieras… mundiales…. más restrictivas”. Por la dependencia del gobierno al endeudamiento, entrelíneas advierte posibilidades de menor afluencia de recursos externos.
Esa advertencia la reitera al dar “bienvenida a los esfuerzos… para fortalecer la posición fiscal, pero…” considera que éstos serán “insuficientes para revertir la dinámica alcista de la deuda frente al endurecimiento en las condiciones financieras mundiales… y una mayor carga del servicio…”.
A los fines sugiere ajustes que contemplen “simplificación del sistema tributario”… para generar ahorros que “podrían destinarse a amentar el gasto social y la inversión pública” expresión que refleja insatisfacciones en niveles de asignaciones actuales.
Sugiere específicamente una “política fiscal más robusta” con “objetivos de sostenibilidad”- que “contribuiría a reducir la incertidumbre… y reforzaría… credibilidad ante los agentes económicos”; interpretable como reconocimiento de debilidad en políticas presentes: insostenibilidad originada en excesivos endeudamientos e incertidumbre y falta de credibilidad por el escepticismo ante propósitos reiteradamente anunciados en torno a mejoras de gestión financiera.
El FMI ve “con beneplácito” esfuerzos del gobierno para “encarar los desafíos sociales” pero señala que “los resultados sociales se verán fortalecidos por las reformas para… reenfocar los recursos fiscales en el gasto social y de infraestructura”, admisión implícita que el enfoque actual del gasto no satisface exigencias sociales.
Ignorar entre líneas y “peros”, tomados de expresiones aparentemente aisladas de la declaración de marras, pero interpretables como deliberadamente retrotraídas, constituye excesiva exposición a la sostenibilidad y perfectibilidad de nuestra democracia.

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