Vista aérea de la ciudad de Santo Domingo sumergida en el humo que produce un incendio en el vertedero de Duquesa. Fuente externa.
Colocando en medio de la primavera, mayo es el mes de las lluvias. Pero en este tiempo tan peculiar que vive la República Dominicana y el mundo, vemos al quinto mes del año llegar en el encierro por una pandemia global, ahogados por la humareda de un incendio épico, y mortificados por la actitud criminal de un peregrino sin mala intención.
En este año 2020, nos estamos acostumbrando a hacer cada cambio de mes con una tragedia nueva. La cuarentena ya no nos hace gracia, y la invasión del humo nos inspira temor colectivo.
El conteo diario de los infectados y los muertos ya nos aburre, y muchos empiezan a preguntarse si sería peor la propagación del coronavirus al deterioro del cuerpo, de la mente, del espíritu y de la economía que ocasiona la prisión en que se vuelven sus casas después de las 5:00 p. m.
Esta semana las noticias se volvieron más y más. Más muertos; más enfermos; más estado de emergencia; más toque de queda; más días sin escuela, universidad ni trabajo; más discursos de Gustavo Montalvo; más discursos de Margarita Cedeño; más FASE; más Quédate en Casa…
Algo que sí nos entretuvo por gran trecho en la semana, fue la hazaña del Peregrino. Los intelectuales con sus científicos análisis, las redes sociales con sus burlas. Tuvimos esa grata sensación de unidad en una idea: todos contra el Peregrino y sus seguidores. Montalvo anunció el castigo a los niños desobedientes: no podrían salir de casa por siete días.
El Día de los Trabajadores llegó en un mundo que ya no puede trabajar; y ojalá en un año aún tenga sentido celebrarlo. Un día feriado y un fin de semana largo sin entusiasmo. Este sábado, cientos intentaba irse al interior, pero eran devueltos intransigentemente por el Ejército dominicano.
El coronavirus sigue. El incendio en el vertedero sigue. La humareda sigue. Al Peregrino le harán una prueba para ver si tiene COVID-19.
Ojalá que mayo, que siempre trae las lluvias, quiera llover sobre Duquesa.