Entre sufrimiento, deterioro físico y lágrimas, los cañeros vuelven a demandar  pago de sus pensiones

<STRONG>Entre sufrimiento, deterioro físico y lágrimas, los cañeros vuelven a demandar  pago de sus pensiones</STRONG>

El sol agudizó el deterioro latente en sus rostros y cuerpos extenuados por años de labor ininterrumpidos en las condiciones más limitadas que podamos imaginar. Hoy nuevamente, en procura de ser remunerados por tanto sudor, entrega y fuerza entregados a un oficio que pocos quieren realizar, pero necesario para mantener la economía en marcha hacen oír sus voces.

Son los cañeros, quienes una vez más se concentran, esta vez frente al Congreso Nacional para demandar lo que ellos y toda la sociedad estiman como justo, una pensión que les garantice vivir el resto de sus cansadas vidas con un mínimo de sobrevivencia.

Los trabajadores, muchos de ellos sin fuerzas para gritar las consignas a todo pulmón como quisieran hacerlo, alegan que el Ministerio de Hacienda se niega a pagarles a ellos las pensiones emitidas por el Poder Ejecutivo mediante el decreto 245-12.

Los trabajadores de la caña en su mayoría de nacionalidad haitiana demandan el pago de este año, que según  la Unión de Trabajadores Cañeros de los Bateyes,  RD$800 millones, aproximadamente.

Constancia en sus protestas. Es la tercera vez que los ancianos protestan por sus pensiones, la primera en junio y la segunda en septiembre. Denuncian que hasta pensiones aprobadas en 2005, no son pagadas. Son muchos los cañeros que han fallecido en espera de sus pensiones.

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