Entregan enseres familias afectadas
por inundación cañada  Guajimía

Entregan enseres familias afectadas<BR>por inundación cañada  Guajimía

POR FERNANDO QUIROZ
Ciento noventa familias que viven en casas cercanas a la cañada de Guajimía, en Buenos Aires de Herrera, afectadas por inundaciones recientes, comenzaron a recibir ayer equipos  eléctricos, efectos de habitación y cocina por parte de la Gobernación de la provincia de Santo Domingo.

El gobernador Eladio Martínez, encabezó los repartos luego de la llegada de varios camiones transportando las ayudas valoradas en RD$12 millones Todos los efectos fueron llevados a la parroquia San Francisco Javier, cuyo párroco, Julio César Gómez, es el encargado de la distribución.

El sacerdote Gómez dijo que previamente censaron las familias afectadas por el desbordamiento de la cañada Guajimía producto de las lluvias y  a cada una de las registradas le entregaron un ticket con sus efectos averiados para la reposición.

Entre las ayudas llevadas por el gobierno figuran estufas, cilindros de gas, televisores, neveras, colchones, sábanas y utensilios de cocina. Una gran hilera de mujeres, hombres y niños, algunos recién nacidos en brazos, fue formada en las inmediaciones de la parroquia San Francisco Javier, en la calle La Carreras .

En medio del calor, el tumulto se avalanzaba a los camiones llenos de los efectos. Los repartos estuvieron vigilados por agentes de la Policía Nacional. Los equipos que transportaban los camiones primero eran almacenados en un depósito de la parroquia.

 El gobernador provincial resaltó que la transparencia de las entregas radica en que luego del censo, las distribuciones son hechas por representantes de la Iglesia Católica, Defensa Civil y juntas de vecinos.

 Dijo que las necesidades de  todas las familias afectadas y registradas en el censo quedarían cubiertas ayer.  Dos de los camiones que llegaron ayer con los efectos transportaban 50 colchones y 50 cilindros de gas.

El padre Gómez expresó su preocupación porque muchas de las familias tienen sus casas casi en la misma cañada, con todo los malos olores que acarrea y continuos riesgos ante lluvias.

En las personas afectadas figura San Otaño, madre de dos niños menores de tres años de edad, y quien dijo perdió su cama, televisores y sus trastos de cocina. 

Gabriela Salazar, embarazada, y con una niña de un año de edad, señaló que no tenía cama, ni cilindro de gas. “Yo lo perdí todo”, dijo  una joven embarazada que se identificó como Yaniri Hernández.

  Martínez resaltó que las acciones son parte de las preocupaciones del Presidente de ayudar a las personas pobres del país.

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