El Ministerio de Cultura y la Fundación Corripio entregaron anoche al escritor dominicano Federico Henríquez Gratereaux el Premio Nacional de Literatura 2017, en una solemne ceremonia que contó con la presencia de la vicepresidente Margarita Cedeño de Fernández y donde se resaltó el impacto positivo de la educación y el impulso de las bellas artes en el desarrollo de los pueblos.
La ceremonia que se llevó cabo en el Teatro Nacional, la encabezó el ministro de Cultura, Pedro Vergés, junto al presidente de la Fundación Corripio, José Luis Corripio Estrada.
El premio en su XXVII versión, que reconoce la labor literaria de toda una vida de intelectuales dominicanos, tiene una dotación en metálico de un millón de pesos y un diploma.
El acto se inició con las palabras del José Alcántara Almánzar, asesor de la Fundación Corripio, quien expresó que es un orgullo para el país y para los organizadores que ese galardón que se confiere cada año a una mujer o un hombre de letras haya recaído en Federico Henríquez Gratereaux “un intelectual de múltiples facetas.
Resaltó que el galardonado se ha destacado en el periodismo, el ensayo, la narrativa; un escritor de altos quilates, dueño de una prosa cultivada y elegante, un infalible comunicador, cuyos méritos se acrecientan cuando comprobamos que para él lo más importante ha sido escribir y reflexionar acerca de la idiosincracia nacional, sus carácteres y vicisitudes.
Luego María José Rincón, miembro de número de la Academia Dominicana de la Lengua, leyó la semblanza sobre la vida de Henríquez Gratereaux, destacando su ética y apego a los mejores intereses y valores de la sociedad.
“El periodismo es para él una rendija para el drenaje de sus humores y un ungüento expresivo para mitigar los dolores por su país”. expresó Rincón.
Henríquez Gratereaux. Tras recibir el galardón, Federico Henríquez Gratereaux, agradeció al Ministerio de Cultura, a la Fundación Corripio y al jurado, resaltando el significado que tiene en su vida profesional y familiar ese reconocimiento.
“Si algo he de decir a los jóvenes que aspiran a recorrer el camino de la literatura, es que se trata de una carrera inestable, erizada de dificultades, más bien una carrera de obstáculos”, dijo.
Agregó que “el escritor debe saber que su ámbito natural permanente es la soledad y aceptar vivir rodeado de indiferencia ante una actividad que no es popular, que interesa a un grupo reducido de personas consideradas excéntricas”. Henríquez Gratereaux, quien escribe la columna A Pleno Pulmón, que diariamente publica el periódico HOY, afirmó que el periodismo es una forma lícita de ganarse la vida que han tenido muchos escritores.
El jurado lo integraron los rectores de las universidades Autónoma de Santo Domingo, PUCMM, INTEC, UCSD y UCE, junto al ministro de Cultura, el presidente de la Academia Dominicana de la Lengua y un representante de la Fundación Corripio.
A Henríquez Gratereaux, lo acompañaron su esposa Josefita; sus hijos Federico, Pía, Laura, Katherine; sus nietos Caty, María Pía, Laura, augusto, León y José; y su hermano Francisco Henríquez, entre otros.
Asistieron al acto José Alfredo Corripio y su esposa Laura Pereda; Ana Corripio de Barceló y su esposo Rafael Barceló; Carlos Gómez, Julio César Castaños Guzmán y Roberto Saladín, entre otros. Roberto Cavada condujo la ceremonia.