Entrenan maestros enfrentar balaceras

Entrenan maestros enfrentar balaceras

Mientras aprendía cómo hacer presión, cubrir una herida con gasa y aplicar un torniquete, la maestra de matemáticas y estudios sociales de sexto grado Kari Stafford sacudió la cabeza ante la perspectiva de que estas sean de ahora en más herramientas básicas de su profesión.
A Stafford no le gusta nada la idea, pero ahora que las balaceras en las escuelas son moneda corriente, ella y numerosas colegas han aceptado reticentemente que los ataques van a continuar y que los maestros deben estar preparados para evitar que los alumnos mueran desangrados.
«Una no puede quedarse cruzada de brazos, hay que aprender cómo ayudar», expresó Stafford, quien participó junto con una docena de colegas en unos talleres ofrecidos en las instalaciones de la Southeast Polk High School de Pleasant Hill, una zona rural al este de Des Moines, la capital del estado de Iowa.
En los últimos cinco años unos 125.000 maestros, consejeros y personal administrativo de escuelas de todo el país han recibido instrucción sobre cómo frenar hemorragias. La campaña sigue creciendo y cada vez más escuelas incorporan a sus aulas implementos dignos de los consultorios de médicos militares: torniquetes, gasas y vendas.
Algunas escuelas están tomando medidas de seguridad e incluso armando a los maestros. El objetivo principal es ganar tiempo mientras se espera la llegada de la policía y de paramédicos para atender a los heridos. La idea de capacitar al personal escolar la lanzó Lenworth Jacobs.

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