Entrevista 
“Palomos”: barrio,
música y jóvenes

<STRONG> Entrevista <BR></STRONG>“Palomos”: barrio, <BR>música y jóvenes

Palomo en el mundo del rap es un iluso, un desubicado y fue a través de ese tipo de personaje que Pedro Antonio Valdez (La Vega, 1968), concibió  su novela sobre el mundo de los jóvenes, que tiene además un marcado acento en la música urbana.

“La construí a través de lo que veo, de lo que me rodea, y de cómo la calle se eleva líricamente en la música urbana”. El escritor vegano, dos veces Premio Nacional (Cuento y novela)  explica que en esta música encontró  “hermosos motivos para montar un drama de la adolescencia de hoy”

Para hacerlo se vale     no solo del interaccionar de un grupo de adolescentes que hacen rap y  sueñan con fama y dinero a partir de ese talento con que cuentan el barrio, sino además de estrofas reveladoras de esa realidad, sacadas de canciones de los representantes del género: De Daddy Yankee a Vakeró, pasando por Don Miguelo, Marilyn Manson y Residente Calle 13.

El protagonista -voz narradora-, es un sujeto inteligente que le ha metido mano a los libros y que además de manejar muy bien el verbo, sabe razonar, con él -MC Yo-, el autor pudo sentirse más cómodo “ y crear un juego en que  el mismo MC Yo pareciera  un personaje inventado por alguien más. Ahora yo no estoy seguro de si realmente MC Yo fue quien narró la historia. No tengo manera de saberlo”. Lo que sí sabe es que el personaje “es un mixed que funciona como un remix de todo lo que he vivido y he visto que se ha vivido”.

Pedro Antonio Valdez, que  es el dominicano que con más ahínco ha investigado el universo lírico y musical del reggaetón y el rap, entiende como  Eddie Dee que  lo que necesitan los jóvenes no es que los aconsejen, sino que les escuchen.

El autor de “El Carnaval de Sodoma”, que fue llevada al cine por Arturo Ripstein define a Palomos como “un drama literario. Un juego manchado por la cotidianidad”.

El interés de este escritor por los géneros urbanos es viejo, pero es  a partir del 2001 que éste se convirtió en fiebre.  En esa época, los reguetoneros boricuas estaban acabando “y los raperos criollos grabando en sus dormitorios con microfonitos de PC”.

Un amigo de La Vega, Víctor Hugo, le presentó a MC Jo  y a DJ Kontack y con ellos se involucró en  pequeños proyectos al que se incorporaron Don Miguelo, cuando  hacía dúo con el Mesías, y Omega, “que  era un reguetonero con muchísimo flow y con etiqueta de gran talento”.

La mayoría de las novelas sonoras en español están vinculadas al bolero, “un género con muchos intérpretes muertos, que ya  no representan el día a día, en cambio los géneros relacionados con el hip hop me decantan lo real y me mantienen en diálogo con los muchachos, que son la mayoría y el filón de la sociedad”.

Como padre de Pedrito (12) y Sebastian (10), Pedro Antonio confiesa  su necesidad “de escuchar a través de esas letras el mundo de mis hijos. Si no somos capaces de entender el rap, no seremos capaces de entender a los jóvenes”.

¿Cuáles son los personajes que más odias y más amas de “Palomos”? Entre los que más odio, están el Viejo, la Psi/cóloga y el diputado, porque son personajes perversos en tanto hacen el mal no por desconocimiento, sino por amueblar sus miserias humanas. Entre los que más amo, cuentan la hermanita de MC Yo, Cerebrito y Américo, Judy Ann. Los amo porque son la evidencia de que los adolescentes son la esperanza y que con cada uno que se salva, nos salvamos todos.

Además del  éxito, ¿cuáles otras cosas  mueven a los jóvenes de los barrios a contra cantar o contra-atacar la música y el régimen establecidos? El quille y la desconfianza por un sistema que no funciona. Si esta fuera otra época, digamos la de los 60, esos jóvenes, en vez de cantar, le estuvieran pegando candela a este país por las 4 esquinas, porque, en muchos aspectos, actualmente tenemos el país que peor podríamos tener.

¿Por qué el común de la gente le teme a lo que no entiende, o sea el rap, el lenguaje distinto, la ropa, los tatuajes, los cortes de pelo? Sabrá Dios. Lo malo no es que no lo entiendan, sino que lo censuren por no entenderlos.

Cuantos sobrenombres en los personajes. ¿Dónde están las personas reales y sus nombres en el barrio?  Uno no sabe. En los barrios mucha gente tiene un sobrenombre, se gradúa, va preso, se casa usando ese sobrenombre, y a menudo a uno ni se le ocurre que tienen un nombre de pila. Por ejemplo, ¿cuál es el nombre de Chochueca, o el de Belanche, o el del Compadre?

¿Qué has descubierto en el alma de los reguetoneros y los raperos al desentrañar su lírica, canto e inquietudes que los mueven?

Están llenos de sueños. Les preocupa lo que sucede a su alrededor y lo que puede suceder el día de mañana. Tienen talento de sobra; pero es tanta la dificultad por mantenerse en el arte, que muchos de ellos tiran la toalla antes de que un disco suyo llegue a la radio”.

¿Este libro es para adultos o para jóvenes? A través de este libro quiero empatar con los jóvenes como una forma de mimarlos con lo que les gusta, de hacer coro; no para enseñarles nada, porque de esto ellos saben muchísimo más. Ahora bien, a los adultos sí me interesa mostrarles este poco de ese mundo que está ahí, que es el que está y el que viene, y que si intentan borrarlos hoy, mañana automáticamente serán ellos los borrados.

Palomos es una excelente novela. Que se cuenta en prosa, en lírica y en jergas. Está   llena de ironía y humor del que causa risa.

Una novela que se ve mientras la lees y sobre todo que se escucha, que tiene esa herida, larga y abierta que canta y cuenta el barrio. Las cuitas y los dolores de unos jóvenes que se resisten a ser invisibles.

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