Entrevista al poeta salvadoreño Alfonso Quiñones Meza

Entrevista al poeta salvadoreño Alfonso Quiñones Meza

POR LEÓN DAVID
Alfonso quiñones meza, conocido con el sobrenombre artístico de “alquineza”, sirvió a su país durante muchos años en el cargo de embajador en diversas naciones de europa y américa. Aunque su vocación poética se manifiesta desde la adolescencia, no comenzó a publicar sino tardíamente, a partir de 1996. Es un sensible y fino poeta al que siempre ha seducido el espectáculo de la naturaleza.

L.D. : ¡Cómo ha influido la labor diplomática en tu creación poética?

A. Q. : “La experiencia de haber conocido muchos lugares excepcionales, – por no decir maravillosos-,  ha influido en forma directa sobre mi obra. Definitivamente que las oportunidades que me otorgó mi trabajo de diplomático, está directamente ligado con mi poesía. Me permitió, primeramente,  compartir con otros colegas poetas, en Israel, en Londres, en el Vaticano, en Argentina. Sus conocimientos y producción poética han sido muy importantes para mí. Compartir la poesía con poetas como León David, de República Dominicana, Mora Anda, de Ecuador,  Josè Luìs Najenson, de Israel y muchos otros, ha sido una experiencia significativa.

Mis poemas reflejan la experiencia y la convivencia de los viajes a lugares impresionantes: “Las Hadas” y “Chicago” en “Cristales Empañados”; “Te ví otra vez Constantinopla”, y “Caminando sobre el Desierto” (escrito en Israel);  “Escuelas del Pensamiento” y “Glaciares” en  “Fuego en el hielo”, “Arroyo verde” escrito en Argentina y otros. Sí, creo que sin esas experiencias mi  producción de poeta además de diplomático cambiaria enormemente.

L. D.: ¿Qué significaa la poesía para ti?

A. Q.:  La poesía y la expresión poética tiene para mí un especial significado. Me ha permitido compartir sentimientos y sensaciones provenientes de las experiencias mencionadas anteriormente; además me ha permitido expresar mi –perdón por el anglicismo- “¡ner-most” , mi interioridad. Eso, lamentablemente, me sucedió ya mayor. Creo que de joven, dado la época que me toco vivir, no pude hacerlo en publicaciones, aunque inicié mis poesías desde mi adolescencia. De allí que mi primer libro se publicara en Israel en el año 1996, “Al palidecer mis manos”. Hasta el título es significativo, no pretendo más que expresar sentimientos, reflexiones, experiencias y vivencias en la forma más idealizada, como es la poesía.

L. D.: ¿Cómo y cuándo te iniciaste en el ocifio poético?

AQ. Q.:  Como dije, inicie en mi época de adolescente. Fui muy influenciado por las Rimas de Becquer. En esa “época”, pues, hace ya muchos años, los jóvenes todavía escribíamos rimas y poemas a las “novias” o amigas de la juventud. Prueba de ello es la parte que se refiere a “Adolescencia Romántica” del libro “Al palidecer mis manos”. Todavía guardo y atesoro, un cuaderno que me entregó mi madre antes de morir. Continúa esos poemas y otros – que insistió eran poemas ilusorios y parte de un momento de crecimiento, expresando deseos propios del romance. “Quiero extasiado estar en tus brazos …”sueños ilusorios expresados por un  joven a su imaginaria princesa. En fìn, lo expresé en mi primer e inédito  libro “Comunicar es lo importante; … un ejercicio … que “aunque con pésima forma” expresaba lo que fue una adolescencia llena de ilusiones, desengaños juveniles y más que todo “el principio de lo ideal”.  Lo firmé por primera vez con el seudónimo literario de ALQUINEZA. Consideré, como Aristóteles, que “Comunicar es lo importante”.

L. D.: En tu opinión, ¿cuáles son los mejores poetas de El Salvador?

A. Q.:  Clasificar como “mejores” es cuestión de opinión. En las distintas eras o épocas literaria, ha habido magníficos poetas en El Salvador. En “La Guirnalda Salvadoreña”, el escritor nicaragüense, Román Mayorga  Rivas, en el año 1881, hace una recopilación de 3 tomos que contiene la poesía de cientos de poetas salvadoreños.

El “Repertorio Salvadoreño”, publicación mensual de la Academia de Ciencias y Bellas Artes de San Salvador, iniciada en el año 1888, también hace alarde de muchos poetas de distintas manifestaciones. “La Quincena” publicada en 1903 en forma de revista de ciencias, letras y arte, publica no sólo a los salvadoreños, sino a los centroamericanos y a hasta hoy, españoles, ingleses, franceses y norte y sur América.

En lo personal, considero que Francisco Gaviria, maestro y contemporáneo del gran Rubén Darío, es uno de nuestro máximos creadores, aunque poco conocido fuera del país. Entre otros magníficos están Alfredo Espino, bucólico y gran admirador de la naturaleza quien, lamentablemente, falleciera muy joven. Gran poeta y escritor, a quien tuve el gusto de conocer también como diplomático salvadoreño, al Doctor Hugo Lindo, productor de magníficas novelas como es la hermosa obra “Soy la Memoria”; poeta única, a la altura de la gran ganadora del premio Nóbel Gabriela Mistral, es Claudia Lars y la todavía contemporánea Claribel Alegría.

Creo que el buen amigo, maestro y gran poeta, especialmente en sus sonetos, el Dr. David Escobar Galindo, actual Decano de la Universidad “Dr. José Matías Delgado” y Presidente de la Academia de la Lengua en El Salvador es uno de los mejores poetas contemporáneos a nivel internacional .

Podría quizás -aunque sería un abuso del espacio concedido- mencionar otros, como el controvertido Roque Dalton, cuya poesía ha tomado mucho auge después de su muerte.

L. D.: ¿Qué piensas de los Festivales de Poesía?

A. Q.: Los festivales, como el que también se desarrollará en República Dominicana, siempre son una escuela. Nos permite una representabilidad de lo que es la poesía y podemos allí los poetas compartir conocimientos y tomar en cuenta la distintas rutas y fronteras que recorre la actual poesía, especialmente en el mundo hispánico; es una ventana al mundo de la poesía y sus personalidades, en especial, nos da una oportunidad de popularizar la lectura de los poemas. Lamentablemente en mi caso soy un mal declamador de mis obras.

L. D.: Desde el punto de vista de la forma, ¿qué juicio te merece la poesía contemporánea?

A. Q.:  Dejemos atrás la historia de la literatura poética y quizás sea mejor ser un poco “auto-crítico” de la época actual. Creo, que hemos perdido el ritmo, la musicalidad de la poesía, específicamente de la rima, ya es casi, inexistente.

La poesía moderna es más prosa. Tendemos mucho a lo material y no a lo ideal, a lo imaginativo. Para mí -aunque muchos difieren- el verso libre (o prosa poética, como se le ha dado en llamar) tiende a entenderse como un contexto total, representando casi materialmente lo visual. Yo creo que la metáfora debe en su parte principal, describir la verdad y “lo místico de la imposible ficción”.  Para mí esto es una comprensión básica de la poesía de ayer, poesía rítmica y musical, aun sin que tuviera una rima literaria.

L. D.: ¿Quién es Alfonso Quiñones Meza?

A.     Q.: ¿Yo? Qué te diré, soy un soñador, un idealista que sensatamente admira la naturaleza como obra de Dios, y como tal, la respeto y la relato. Soy un poeta que expresa sus sentimientos, pensamientos e ideales –poéticos, románticos y a veces inciertos- sin deseos de que sean admirados, pero sí conocidos, y sin ninguna manifestación de competencia. Soy un poeta, sencillamente, entre otras cosas… talvez triviales en relación a lo que para mí, antes y ahora, significa la poesía”.

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