POR MARK TURNER
En la Organización de Naciones Unidas
Ban Ki-Moon, el ex ministro de Relaciones Exteriores de Corea del Sur, quien es el candidato de punta para convertirse en el próximo secretario general de las Naciones Unidas. Parece haber establecido una estrategia sencilla en su campaña para ganar las elecciones de este año.

Antes de la elección de pajitas hoy en el Consejo de Seguridad sobre los siete contrincantes para el cargo principal, él ha logrado tocar las notas precisas sin ofender a ningún país poderoso, y ha prometido reformas que la gente desea sin especificar ninguna de las duras decisiones que ello implicaría.

Por tanto, ¿qué pudiera esperarse en sus primeros cien días? “Es muy delicado para mí, como uno de los candidatos, entrar en cualquier problema de administración de personal específico”, dijo al Financial Times el señor Ban, en una entrevista que reveló la reticencia para ir mucho más allá de las seguridades de competencia personal, y la necesidad de crecerse ante los nuevos desafíos.

Ban respondió la mayor parte de las preguntas con respuestas breves, pero fue vago sobre cómo sanaría realmente la profunda escisión entre países ricos y pobres en la ONU; manejaría su equipo distanciado o entrar a resolver las crisis más difíciles de abordar del mundo.

Por otra parte, desplegó un creciente dominio del vocabulario de la ONU. Frases como “propiedad” “importancia de género” “equidad en la distribución geográfica” y por supuesto, “el bien común de la comunidad internacional”, condimentaron sus respuestas. Dicho esto, la palabra “genocidio” parecía eludirlo -en relación con Darfur y Rwanda- aunque sí clamó por “medidas más audaces” para garantizar que sucesos como la “masacre” de 1994 en África Central no se repitan.

Sobre la proliferación nuclear -un tema con el cual ha tenido alguna experiencia personal- observó que “en ciertos casos, casos específicos, yo sé que el secretario general puede tener limitaciones. Eso es un hecho”, dijo. No obstante, “el secretario general como principal diplomático internacional del órgano mundial debe desempeñar un papel imparcial, pero ser un facilitador diplomático muy hábil y astuto en su función como mediador”.

Algunos conocedores de la ONU están preguntando si se están haciendo acuerdos para salvaguardar los intereses del liderazgo actual. Ban evitó decir a quién él designaría vicesecretario general. Sin embargo, dijo: Tengo la intención de delegar una cantidad importante de la gerencia diaria”, mientras que como secretario general estaría envuelto “más visiblemente” en la solución de los conflictos.  

Su experiencia en la reforma del ministerio de exteriores de Corea del Sur, como él mismo dice, lo ayudaría considerablemente para hacerlo. Pero, en ONU es otro sitio totalmente diferente, y este político, de hablar delicado que evita la controversia pudiera recibir una sacudida.

VERSION IVAN PEREZ CARRION