Entusiasta y conciliador

Entusiasta y conciliador

El Presidente Leonel Fernández dirigió ayer al país, desde el salón de la Asamblea Nacional, un discurso conciliador y entusiasta, fundamentado en la recuperación económica y en las metas para apuntalar esos logros.

Fue un discurso que desplomó las expectativas de muchos que, partiendo del ambiente pre electoral y apoyándose en anteriores reflexiones de crítica política hechas por el Presidente, esperaban en esta oportunidad a un Leonel Fernández situado a la ofensiva en esa materia.

Muchos esperaban que el presidente Fernández retomaría aquellas expresiones sobre la «mayoría tiránica» que afirma predomina en el Congreso Nacional y que entiende que corresponde al Partido Revolucionario Dominicano, pero su esfuerzo fue sustancialmente institucional, como correspondía a la ocasión.

-II-

El Presidente, con un discurso meramente ceñido a lo institucional, ha hecho, sin embargo, una exhibición de lo que constituye hasta el momento el mayor capital político para él como estadista y para su partido como organización que aspira a una presencia más notable y decisiva en el Congreso y los municipios.

Poder presentar ante el país un crecimiento económico que considera realmente impresionante después de una de las crisis más severas que hayan sacudido el país tiene, sin duda y aunque no sea el propósito del discurso, un capital político importante a pocos meses de unas elecciones congresionales y municipales que habrán de ser cruciales tanto para el partido en el poder como para el que en estos momentos controla el Congreso y la mayoría de los municipios.

El Presidente no se limitó a exhibir lo que juzga logros y a proyectar metas, pues también reconoció que hay inequidad social y que no hay correspondencia entre lo que estima impresionante crecimiento de la economía durante el 2005 y el desarrollo humano, y la desventajosa inversión social.

-III-

Otra vertiente del discurso fue la defensa, caballerosa pero firme, que hiciera el Presidente de obras como el Metro de Santo Domingo, un proyecto atacado por muchos flancos.

En materia de proyecciones, el discurso apuntó la importancia de la creación de empleos y de aprovechar al máximo las posibilidades comerciales que representa el Tratado de Libre Comercio con Centroamérica y Estados Unidos, conocido como DR-CAFTA por sus siglas en inglés.

Se ha tratado de un discurso que, independientemente de las reacciones políticas que pudiere generar, contiene señalamientos puntuales sobre el curso de la economía, avalado por reconocimientos de organismos internacionales de mucha influencia.

Sobre todo, ha sido una pieza que no soslaya los sacrificios que ha representado el logro de la recuperación económica, ha reconocido la necesidad de más empuje en el plano social y que proyecta hacia el porvenir metas posibles y sustentables, que permitirían mejorar el balance entre el crecimiento económico y la desventajosa inversión social. Ojalá eso suceda.

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