Envejecidas economías europeas podrían ganar con migrantes

Envejecidas economías europeas podrían ganar con migrantes

En esta imagen de archivo del 6 de agosto de 2015, refugiados en un curso de alemán en un centro de primera admisión de refugiados en el distrito berlinés de Gatow, Alemania. Ante la llegada de la mayor oleada de migrantes en décadas, políticos y empresarios se han mostrado especialmente claros al decir que esto no es sólo una crisis humanitaria, sino también un golpe de suerte para el crecimiento futuro de su país. (AP Foto/Gero Breloer, archivo)

BRUSELAS, Bélgica. El mayor movimiento migratorio hacia Europa en varias décadas no es sólo una emergencia humanitaria, sino también un posible golpe de suerte para muchos países que afrontan la amenaza económica de una población en proceso de envejecimiento. El descenso en las tasas de natalidad supone que en los próximos años faltarán trabajadores europeos para sostener al creciente número de pensionistas.

Así que la llegada de miles —y a menudo cualificados— posibles trabajadores supone un impulso para las perspectivas de crecimiento a largo plazo en la región. La clave es cómo de bien se los integre y cuántos empleos pueden ofrecer los países europeos. Alemania, una de las más hospitalarias con los refugiados, también es el país que obtendría beneficios más rápidos, ya que tiene un fuerte mercado laboral con muchos puestos vacantes.

Por el contrario, economías más débiles como la griega o la italiana tardarían años, o incluso décadas, en ver los efectos positivos porque tienen problemas para crear empleo, aunque ellas también se enfrentan a la amenaza de la bomba demográfica.

“No olvidemos, somos un continente que envejece en declive demográfico”, dijo el mes pasado en un discurso el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. “Necesitaremos talento”. Antes de que comenzaran las llegadas este año, la oficina alemana de estadística estimó que la población del país, de 80,8 millones de personas en este momento, se redujera en una décima parte o más para 2060.

Alemania prevé que su fuerza de trabajo caiga en unos 6 millones de personas en los próximos 15 años. Recibir este año a unas 800.000 personas de Siria, Irak y otros países le costará a Alemania unos 6.000 millones de euros (6.600 millones de dólares) el año que viene en prestaciones sociales y clases de alemán.

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