Envejecientes en crisis por injusticia en el sistema de protección social

Envejecientes en crisis por injusticia en el sistema de protección social

Alguien tiene que sufrir en carne propia las consecuencias del engaño y la mentira de una publicidad engañosa que socava la dignidad de los seres humanos y, en el caso que nos trae, a una adulta mayor que trabajó toda su vida y todavía recibe una pensión de 5 mil pesos, que logró tras numerosos viajes a Hacienda, donde debía reclamarla porque trabajó en el Estado.
Ella tiene 69 años, en abril cumple 70, lo que la tiene al borde de la depresión porque a partir de esa edad siente que no tiene posibilidad para estar en un seguro médico. Es una mujer hipertensa, controlada como la mayoría de los dominicanos, pero por esa condición fue víctima de discriminación en un plan que le ofrecieron por ser cliente de un banco.
La publicidad trata de un plan que inicia desde los 18 a los 69 años; como ella tiene 69, llenó todos los papeles, sus hijos se comprometieron a ayudar con el pago del seguro. Esperó por la respuesta los 60 días reglamentarios y cuando acudió a la entidad se encontró con que le negaron el ingreso.
Es un caso que puede ser aislado, pero la pregunta es: ¿qué pasará con todos los envejecientes de nuestro país?
Según los últimos datos publicados por el PNUD sobre el Índice de Desarrollo Humano de la República Dominicana, el promedio de vida alcanzó los 73.5 años, lo que indica que tenemos una población que tiene derecho a buenos servicios de salud para garantizar su calidad de vida, que además es un derecho fundamental y constitucional.
Ahora que está en la agenda del Congreso la modificación de la Ley 87-01 que regula el Sistema Dominicano de la Seguridad Social, es conveniente que se prevea en la misma la no discriminación por edad en el sistema porque violaría los derechos constitucionales de los ciudadanos.
La previsión y provisión de servicios de salud a los envejecientes son tan necesarias como en los niños, y eso debe estar consignado en la ley para que no haya lugar a interpretaciones en contra de los adultos mayores.
Los representantes de los ciudadanos en el Congreso deben pensar en que antes que el negocio está la vida de muchas personas a las que se les niegan las servicios de salud, aun aquellas que están afiliadas, como los conocidos casos rebotes “porque ese seguro no le cubre”, lo que es violatorio de las leyes y la Constitución que proclama el Estado Social y Democrático de Derecho.
Hagamos de los buenos deseos una fusión que se convierta en el símbolo que nos identifique: la solidaridad. Feliz año 2017.

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