Envejecimiento de conductores plantea nuevo reto

Envejecimiento de conductores plantea nuevo reto

WASHINGTON. AP. Los llamados baby boomers, esa gigantesca burbuja de personas nacidas entre 1946 and 1964, se convirtieron en conductores a temprana edad y fueron más móviles que cualquier otra generación previa o futura.   

Cuando los 74 millones de baby boomers empezaron a crear familias, adquirieron los vehículos “de ella” y “de él” y ayudaron a extender un auge residencial a las orillas de los suburbios del país. Los congestionamientos viales se dispararon cuando las mujeres de esa generación empezaron a viajar al trabajo al igual que sus esposos y padres. Y con familias de doble ingreso llegó una subcontratación del estilo de vida tradicional en casa, llevando a la necesidad de guarderías, el hábito de comer más seguido… y la aparición de más y más automóviles y camionetas deportivas.   

Ahora, diariamente 8.000 de esos baby boomers llegan a los 65 años y seguirán haciéndolo por el resto de la década. Eso, también podría transformar el panorama del transporte en Estados Unidos.   

Se desconoce por cuánto tiempo los integrantes de este grupo poblacional seguirán trabajando, si elegirán seguir viviendo en sus hogares en los suburbios una vez que sus hijos se van de casa, o si se mudarán en masa a vecindarios urbanos donde requieren menos de un automóvil, y si eso tendrá ramificaciones importantes para todos los estadounidenses. Si los baby boomers dejan de viajar en grandes cantidades, ¿se reducirán los embotellamientos en horas pico? Y cuando la edad deteriore sus habilidades como conductores, ¿habrá una mayor demanda de transporte público, de nuevos modelos de negocios para quienes salen poco de casa o vehículos que se manejan por sí solos?   

Esta generación “ha sido el conductor principal del crecimiento general de los traslados vehiculares en Estados Unidos, y eso ha tenido un tremendo impacto en los últimos 40 años en la manera en que nos hemos enfocado en la planeación del transporte”, dijo Jana Lynott, coautora de un nuevo reporte de AARP, un grupo que defiende a estadounidenses de edad avanzada, sobre la manera en que los baby boomers han alterado la manera de trasladarse en auto en Estados Unidos.   

El reporte es un análisis de encuestas realizadas a nivel nacional por la Administración Federal de Carreteras (FHWA, por sus siglas en inglés) sobre los patrones de viaje de los estadounidenses desde 1977. El sondeo más reciente, efectuado en 2009, incluyó más de 300.000 personas en 150.000 hogares.   

Como resultado de los cambios a lo largo de las últimas cuatro décadas, generados en parte por los baby boomers, el número de vehículos en Estados Unidos casi se ha triplicado, de acuerdo con el reporte, y las millas totales recorridas han aumentado a casi el doble del crecimiento de la tasa de población.   

Desde 1977, los traslados para visitas de mantenimiento familiar —una categoría que incluye citas médicas, compras en el supermercado, lavandería, y similares— se quintuplicaron. La familia promedio comía fuera de casa una vez a la semana en 1977. Para 2009, la familia promedio comía fuera de casa o usaba el servicio de comida a domicilio cuatro veces a la semana.   

Pero lo que realmente tomó por sorpresa a los urbanistas del sistema de transporte fue el crecimiento desorbitado del congestionamiento vehicular en la década de 1980 luego que grandes cantidades de mujeres empezaron a trasladarse solas en sus autos, dijo Nancy McGuckin, una analista de conducta de traslados y coautora del reporte de AARP.   

Ingenieros de carreteras, que no habían previsto las consecuencias del movimiento de las mujeres y familias de doble ingreso, habían terminado la creación de el sistema de carreteras interestatales sólo para darse cuenta de que resultaba insuficiente para cumplir las demandas de los nuevos conductores que viajaban de y desde sus lugares de trabajo, dijo.   

Ahora que los baby boomers han llegado a una nueva etapa de su vida, se espera que sus patrones de traslados y necesidades también cambien.   

La gente tiende a trasladarse más entre los 45 y los 55 años, pero después de ese rango la frecuencia disminuye.   

“Con esta inmensa masa de población que entra en una edad en la que puede dejar de conducir, es de esperar que los traslados totales también disminuyan un poco”, dijo Alan Pisarski, autor de los exhaustivos reportes del Consejo de Investigación de Transporte de Estados Unidos sobre tendencias de los traslados entre estadounidenses que conducen largos tramos de sus hogares a sus lugares de trabajo.   

Si millones de baby boomers empiezan a conducir menos, eso reduciría los ingresos por impuestos a los combustibles, que sirven para dar mantenimiento a las carreteras, subsidiar el transporte público y dar fondos para otras reparaciones y mejorías en materia de transporte. Los ingresos por impuestos federales de antemano prevén un declive mientras se implementan las mejorías obligatorias para la economía de combustible vehicular.   

Hay señales de que los baby boomers estén listos para desacelerar. La tasa de crecimiento en los traslados en Estados Unidos empezó a disminuir en 2006. Las distancias reales recorridas bajaron drásticamente durante la recesión de 2008 y ahora parecen haberse estabilizado. Pero los baby boomers podrían desafiar las expectativas de nuevo al seguirse moviendo más en sus años de jubilación que generaciones pasadas.   

“No importa si están entre los 20 y 30 años de edad o si se acercan a la jubilación, ellos (los baby boomers) siguen trasladándose aún más que las personas de la generación previa o posterior a la de ellos”, dijo Lynott.   

La mayoría de los baby boomers vive en los suburbios y se espera que sigan viviendo los hogares donde criaron a sus hijos incluso después de que sus hijos se hayan mudado. El auge de viviendas también dejó atrapados a muchos baby boomers mayores en grandes hogares cuyo valor ha disminuido, en ocasiones por debajo del balance de sus hipotecas.   

Un giro en el mercado de bienes raíces con implicaciones a largo plazo de antemano podría estar sucediendo mientras los baby boomers que marcaron la pauta parecen menos interesados en comunidades con restricciones de edad que lo estaban sus padres, de acuerdo con un reporte reciente del Instituto de Zona Urbana, un centro de estudios urbanos.   

“Ellos no pretenden jubilarse pronto, y no buscan aislarse ellos mismos entre los ancianos”, indicó el reporte.   

Diane Spitaliere, una baby boomer de 58 años que hace poco tiempo se jubiló luego de trabajar durante 38 años en la Administración Federal de Aviación, dijo que la idea de mudarse a una casa para el retiro o a una comunidad de residencia asistida “simplemente me resulta muy poco atractiva”.   

Si llega al punto en que ya no es capaz de vivir sola en su hogar en Alexandria, Virginia, probablemente ella se mudaría cerca de miembros de su familia en Nueva York, dice.   

Stuart Peskoe, gerente de ingeniería, dijo que él y su esposa también desean seguir viviendo en su hogar en los suburbios de Boston después de que se jubilen, a pesar de que sus hijos se criaron y viven en otros estados. La pareja no desea dejar a sus amigos y quieren tener recámaras adicionales para cuando sus hijos los visiten.   

Sin embargo, Peskoe no está seguro cómo se trasladarían una vez que ambos pierdan sus capacidades de conducir. En la zona no existe transporte público. Los servicios de internet y paquetería a domicilio podrían ayudar a la pareja a reducir sus traslados, dijo Peskoe, de 58 años. “UPS y FedEx tienen un muy buen acuerdo con Amazon y Netflix” y el supermercado de la zona ofrece servicio de entrega a domicilio, dijo. “Cada vez tenemos que salir menos de casa si no queremos hacerlo”.   

Las automotrices cuentan con que los baby boomers puedan extender sus años como conductores con la ayuda de las tecnologías de seguridad —como reguladores de velocidad adaptables, sistemas de advertencia de impactos frontales y monitoreo de puntos ciegos— que cada vez son más comunes en los automóviles. El transporte requiere que los millones de baby boomers que envejezcan en los suburbios puedan generar una mayor aceptación pública de los vehículos automatizados que se conducen por sí solos. Algunos estados de antemano permiten pruebas en carretera de este tipo de vehículos.   

“Los baby boomers siempre han sido una generación activa que desea ir a lugares, por lo que nosotros no los imaginamos sentados en mecedoras en el frente de sus casas al jubilarse”, dijo Gloria Berquist, vicepresidenta de la Alianza de Fabricantes de Automóviles. “Ellos desean la libertad y la movilidad de un vehículo”.   

Pero la historia de los baby boomers indica que con frecuencia hacen lo inesperado. Charles y Pamela Leonard, ambos de 65 años, recientemente dejaron sus profesiones y cambiaron su hogar en el centro de Atlanta, donde podían caminar a restaurantes, supermercados y hacer uso de transporte público, por una pequeña granja cerca de Lexington, Carolina del Norte, donde cosechan hierbas medicinales orgánicas.   

Pamela Leonard dijo que la pareja no está segura de lo que hará cuando ninguno de los dos pueda conducir.   

“No dejaré de manejar hasta que mis hijos tengan que llevarse el auto. Ese era el acuerdo que tuve con mi madre, y espero que haya aprendido de él”, dijo. “Resulta muy difícil saber cómo una enfrentará la vejez hasta que llega a ella, pero creo que vamos a tener disponibles más y más creativas opciones”.   

———    Joan Lowy está en Twitter como: http://www.twitter.com/AP—Joan—Lowy

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