Washington.- El venezolano Carlos Vecchio, el representante diplomático de Juan Guaidó en EE.UU., solicitó al Pentágono una reunión para conversar sobre «cooperación militar» destinada a “aliviar” el sufrimiento del pueblo venezolano y “restablecer” la democracia.
La petición la formuló Vecchio en una carta, hecha pública este lunes y fechada en el 11 de mayo, el mismo día en que Guaidó informó que había solicitado a su representante en EE.UU. que concertara una reunión con el Comando Sur, responsable de las Fuerzas Armadas estadounidenses en Latinoamérica y el Caribe.
La misiva de Vecchio está dirigida al jefe del Comando Sur, el almirante Craig Faller, al que confirma la disposición de Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por 54 naciones, para “comenzar las conversaciones respectivas a la cooperación que ha sido ofrecida por su comando».
El objetivo, dijo Vecchio en Twitter, es “avanzar en planificación estratégica y operativa con el fin prioritario de aliviar sufrimiento del pueblo venezolano y restaurar democracia».
En su misiva, el enviado de Guaidó aseguró que “las condiciones en Venezuela empeoran, como consecuencia del régimen corrupto, incompetente e ilegítimo del usurpador Nicolás Maduro, las cuales trágicamente, tienen consecuencias sobre la seguridad nacional en Venezuela, así como en los países vecinos».
“Igualmente preocupante -añadió Vecchio- es el impacto de la presencia de fuerzas extranjeras no invitadas que ponen a nuestro país y a otros en riesgo».
La oposición liderada por Guaidó y EE.UU. asegura que hay unos 20.000 cubanos infiltrados entre las fuerzas de seguridad venezolanas, algo que el Gobierno de La Habana niega.
Por otro lado, a finales de marzo, Rusia envió a Venezuela dos aviones con un centenar de militares comandados por el mayor general Vasili Tonkoshkurov, jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra.
Rusia, aliada de Maduro, ha defendido que la presencia en Venezuela de estas fuerzas rusas obedece simplemente a labores de mantenimiento de los equipos técnico-militares que Moscú entregó al país sudamericano, en virtud de un acuerdo de cooperación firmado en 2001 con el fallecido presidente Hugo Chávez.
Venezuela atraviesa un pico de tensión política desde el pasado enero, cuando Maduro juró un nuevo mandato de 6 años que no reconoce la oposición y parte de la comunidad internacional y, en respuesta, Guaidó se proclamó presidente interino del país.
EE.UU fue la primera nación en reconocer a Guaidó como jefe de Estado y, desde entonces, ha tratado de presionar a Maduro con la revocación de visados a funcionarios venezolanos y sanciones a la empresa Petróleos de Venezuela (Pdvsa), principal fuente de divisas para Caracas.
Además, el presidente de EE.UU., Donald Trump, lleva meses insistiendo en que “todas las opciones”, incluida la militar, “están sobre la mesa” para resolver la situación en Venezuela.