PUERTO PRÍNCIPE (EFE).- El embajador estadounidense en Haití, James Foley, mostró su optimismo ante el porvenir de Haití, a pesar de la difícil situación del país.

«Soy optimista y tengo la fe en el porvenir de Haití», declaró el diplomático en un discurso pronunciado en un hotel de la capital, Puerto Príncipe, durante un foro organizado por el sector privado haitiano-estadounidense el martes por la noche.

Foley expresó la esperanza de que se normalice la «situación de desastre» existente en el país, marcada por una economía debilitada y un ambiente precario de seguridad», pero dijo que «todo depende de la voluntad de cambio».

No obstante, el diplomático estadounidense estimó que «se necesitarán varios meses antes de empezar a ver los cambios».

Foley responsabilizó al depuesto régimen de Jean Bertrand Aristide de la catastrófica situación económica y a la policía de no desarmar a los rebeldes.

El embajador estadounidense prometió la ayuda de su país al nuevo gobierno e indicó que «estamos preparando un programa de apoyo».

Sin embargo, expresó que la gran inquietud de su país en relación con Haití es el tráfico de drogas y añadió que Washington va a combatirlo con rigor.

En relación con el partido de Aristide, Familia Lavalas, Foley le instó a participar «ahora mismo» en el proceso de establecimiento de un nuevo consejo electoral provisional.

Hasta ahora, a pesar de negociaciones del Primer Ministro haitiano, Gerard Latortue, con dirigentes de este partido, se negaron nombrar representante en el consejo y el plazo para que finalice el proceso es el 30 de abril.

Por ello, Foley apeló a la responsabilidad de la elite haitiana para «contribuir a modernizar el país».