DAMASCO. AFP. El mediador Lakhdar Brahimi se entrevistó ayer en Damasco con el presidente Bashar al Asad y avisó que el conflicto sirio es una «amenaza para el mundo», cuando el jefe de Estado sirio dijo que una salida política a la crisis depende del apoyo exterior a los rebeldes.
Antes, durante su entrevista con el mediador de Naciones Unidas y de la Liga Árabe Brahimi, en Siria para tratar de encontrar una solución a un sangriento conflicto que entre en su 19º mes, el presidente Asad llamó a un diálogo intersirio, según la televisión pública. «El auténtico problema en Siria es combinar el aspecto político y el trabajo sobre el terreno. El trabajo sobre el aspecto político continúa, sobre todo gracias a un llamamiento internacional al diálogo centrado en las aspiraciones del pueblo sirio», dijo Asad. «El éxito de la acción política dependerá de las presiones sobre los países que financian y entrenan a los terroristas y hacen entrar armas en Siria, para que dejen de hacerlo», añadió. El presidente sirio aseguró que su país «coopera totalmente con todos los que trabajan con sinceridad».