Hoy 
Washington (EFE).- Unos 2.200 marines de EEUU serán trasladados del Golfo Pérsico a una zona no revelada en la convulsa provincia de Al Anbar, en el oeste de Irak, para apoyar la lucha de los soldados estadounidenses contra la insurgencia.
El comandante Matt McLaughlin, portavoz del Comando Central de Estados Unidos, anunció hoy que la medida será temporal y no precisó el destino exacto de los marines ni las características de la misión. Aseguró que se encuentran en pleno “proceso de transición y movimiento desde los barcos”.
Esta será la tercera incursión en Irak de la XV Unidad de Expedición de los Marines, que ya participó en la invasión en marzo del 2003 y, posteriormente, en marzo del 2005.
Una unidad de estas características incluye infantería, artillería y un escuadrón de helicópteros y algunos aviones de combate “AV-8B Harrier”.
La XV Unidad ha estado a bordo de varias naves en el Golfo Pérsico como parte de un despliegue que incluía ejercicios conjuntos como la marina india. En la actualidad hay alrededor de 30.000 soldados estadounidenses en la provincia de Al Anbar, que incluye los puntos conflictivos de Fallujah y Ramadi.
El jefe del Mando Central de EEUU y máximo responsable militar para Oriente Medio, John Abizaid, reconoció ayer en el Senado estadounidense que Al Anbar se encuentra fuera del control de iraquíes y estadounidenses.
Abizaid, junto con otros mandos militares de EEUU, participó ayer en la primera reunión del Comité de las Fuerzas Armadas del Senado tras las elecciones legislativas del 7 de noviembre, en las que los demócratas se hicieron con la mayoría del Congreso.
En su comparecencia alertó en contra del establecimiento de un calendario de retirada de las tropas estadounidenses de Irak, ya que dificultaría el trabajo de los comandantes en la dirección de esas fuerzas en aquel país.
El jefe militar indicó que él y los comandantes necesitan “flexibilidad” para manejar las tropas estadounidenses e iraquíes y así poder determinar cómo y cuándo traspasar la responsabilidad a las fuerzas de Irak.
“Un calendario específico limitaría esa flexibilidad”, indicó Abizaid, que respondía así a la petición reiterada de los demócratas de que los soldados estadounidense se retiren de Irak.
