El envío a prisión esta tarde de Marisol Franco, esposa del presunto narcotraficante César Emilio Peralta (César el Abusador), despejó las dudas y dejó atrás los rumores puestos a circular en días pasados en las redes sociales y algunos medios de comunicación, sobre la supuesta libertad de la imputada.
Franco fue arrestada por las autoridades el pasado martes 27 de agosto, durante un allanamiento practicado en una apartamento del edificio Blue Tawer, del ensanche Naco, en la Capital.
Pocos días después, en el proceso de sometimiento a la justicia, circuló la versión de que la imputada no se encontraba detenida en el Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, donde esperaba para que le sea conocida medida de coerción.
Estos rumores se fundamentaban en una alegada negociación que involucraba la entrega de su esposo a la Administración para el Control de Drogas, a cambio de que la dama sea puesta en libertad.
Este rumor fue por la Procuraduría General de la República, a través de su vocera, quien explicó que aunque no podían dan informaciones específicas, sí daban garantía de que se encontraba bajo control del Ministerio Público.
En la audiencia de hoy, el juez José Alejandro Vargas, de la Oficina de Atención Permanente del Distrito Nacional, justificó la imposición de tres meses de prisión preventiva en contra de la imputada, a cumplir en la cárcel de Najayo-Mujeres, por el «peligro» que ésta correría en la calle.