Tras  haber transcurrido casi tres años de estar al frente  de la dirección general y artística del Teatro Nacional Eduardo Brito, Erasmo Cáffaro (Niní) ve con buenos ojos y satisfacción la labor realizada en beneficio de esta institución, que en los días próximos arriba a la celebración de su 40 aniversario.

“Ha sido una gestión muy bonita que yo he sabido aprender y  querer. He tenido la experiencia de aprender muchas cosas hermosas del Teatro, porque cuando llegué aquí no sabía que era tan lindo el  trabajo que en esta institución se desarrolla”, afirma el cantante de “Por amor”. 

Cada día a las 9:00 de la mañana, Niní Cáffaro llega a su oficina y luego de intercambiar sonrisas y saludos con el personal se entrega  al trabajo. Su objetivo es  hacer realidad las metas que se trazó desde que  el pasado presidente Leonel Fernández lo designó en el cargo. Aunque aún falta mucho, Niní asegura que los cambios introducidos ya se empiezan a notar.

Entre sus éxitos cita la rehabilitación de los camerinos y la sala Aída Bonnelly de Díaz, el acondicionamiento de los baños y de la sala de ensayo y la terminación de la fuente. A mediados de mes será inaugurada una sala designada con el nombre de la actriz y directora María Castillo.

En todo este proceso, el director del Teatro Nacional no se ha olvidado de los empleados, a quienes ha beneficiado con unos incentivos para que se sientan más cómodos y motivados.

Pese a estos logros, todavía están pendientes las grandes obras que involucran la ampliación del parqueo, sustituir las alfombras por el mármol y  cambiar los sillones del Teatro.

Entre sus aspiraciones contempla una agenda completa de todas las salas del Teatro “para que la gente les tome cariño”. “El Teatro ha tenido una proliferación tremenda en estos dos últimos años. se les ha dado facilidades a los productores para que vengan a montar sus obras y qué te digo de la sala principal, está constantemente llena de espectáculos culturales y románticos. Ojalá que siempre fuera cultura, pero lamentablemente no existe un publico para llenarlo el año entero”, indica mientras añade que necesitan que las salas produzcan para poder seguir invirtiendo en la institución.    

A fomentar la cultura.  Para Niní, trabajar en el Teatro es mágico, y su deseo es que todo el mundo se deje envolver en esa magia. Por ese motivo anhela que  las autoridades y el Ministerio de Cultura traigan al país obras importantes y grandes solistas  como hace la Fundación Sinfonía.

“Fuera bueno que patrocinen el año entero funciones que vayan en beneficio de la colectividad y que tenga precios asequibles”, explica Niní, al tiempo en que asegura que al Teatro está asistiendo un público que antes no iba.

El director del Teatro Nacional aboga para que haya un entendimiento entre todos con el fin de aprovechar esta institución para que se traiga al país esas figuras y agrupaciones que andan en conciertos itinerantes.

Niní destaca la importancia de permitir que los estudiantes asistan a los ensayos generales de los conciertos.

Aniversario.  El miércoles  Niní verá realizado uno de sus grandes sueños: la presentación de una ópera en el Teatro Nacional. Con el espectáculo “La Bohème” esta institución celebrará sus cuatro décadas de fundación.

“Este era un proyecto que teníamos desde el año pasado y cuando se lo planteamos al ministro José Antonio Rodríguez, de inmediato se enamoró de la idea”, asegura el artista.

Este es un proyecto que  lo tiene ilusionado. Tendrá  un elenco de más de cien personas. “Yo quisiera en cada aniversario presentar una ópera. ¡Ojalá y se pudiera!”, exclamó Niní.