Hoy 
Adrian Puello, médico epidemiólogo.
Las estadísticas que suministran las autoridades sobre el COVID-19 tienen un nivel de retraso de hasta una semana, debido a la logística que se debe cumplir desde el momento en que se reporta un caso hasta la entrada del mismo en el sistema.
Así lo explicó el médico epidemiólogo Adrian Puello, quien expuso que en un fallecimiento por el virus se puede tener un retraso de hasta 30 días en el sistema, por la imposibilidad que tiene el mismo de registrar todos los casos, confirmar el diagnóstico y colocarlo en la casilla correcta.
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«Es decir, si se muere una persona en Dajabón y… falleció, fue sepultado; en lo que llega el certificado de defunción y se hacen todas las correcciones en el sistema, y llega el boletín epidemiológico, yo puedo tener 17, 20 días de retraso», citó.
En ese sentido, dijo que aunque las estadísticas que ofrecen las autoridades sobre el COVID son confiables, no corresponden a uno o dos días anteriores, sino de un promedio de siete días.
