El epidemiólogo  Eddy Pérez Then, del hospital Robert Reid Cabral, aseguró que el país está ante una emergencia nacional por el cólera, lo que será más dramático con los nuevos peligros que genera la temporada ciclónica, que se inicia hoy.

Asimismo, vaticinó, que si la epidemia penetra la zona rural, la mortalidad podría ser devastadora, por lo que consideró que todos los salubristas y epidemiólogos de la red pública deben estar en las calles.

 “Eso es una emergencia nacional, Salud tiene que tirar para las calles a todos los trabajadores de la salud, hacer alianza con las organizaciones comunitarias, Visión Mundial y otras organizaciones no gubernamentales”, dijo el epidemiólogo al ser entrevistado.

Insistió en que la zona rural es la más vulnerable, aunque haya más casos de enfermos en los barrios de ciudades con alta densidad poblacional como Santo Domingo y Santiago.

Se debe impactar la epidemia en el control, pero además, evitando que se vaya a poblaciones muy vulnerables. Ese es el caso de la zona rural.

“Eso no se va a lograr solo con anuncios en los periódicos, tenemos que lograr intervenciones con los venduteros,  venden frutas en las calles y no tienen ni con qué lavarse las manos”.

Habló de la importancia de educar a la población con charlas, pero sugirió además darle cloro y facilitar el acceso a agua potable. Las intervenciones deben incluir que la gente se lave las manos y que el agua sea clorada.

Es que somos tan pobres…  Aunque con menos intensidad, los casos sospechosos de cólera continúan en los barrios periféricos a los ríos Ozama e Isabela, pero una vez las personas son despachadas de los hospitales vuelven a su misma realidad donde carecen de sanitarios, cañadas altamente contaminadas y falta de agua potable.

Tanto en los barrios La Ciénega, Los Guandules, La Lata, La Lechuga, La Barquita y otros sectores vulnerables, sus habitantes siguen haciendo sus necesidades fisiológicas en las márgenes de los ríos y quienes tienen sanitario lo conectan directamente a las cañadas.

De ahí que organizaciones comunitarias y sociales de la zona Norte del Distrito Nacional exijan en un documento acciones conjuntas de Salud Pública, del Ayuntamiento del Distrito Nacional, Obras Públicas, Medio Ambiente, la Corporación de Acueducto y Alcantarillados de Santo Domingo, Educación, Instituto Nacional de la Vivienda,  entre otras, de lo contrario, la enfermedad permanecerá en el área.

Demandó la puesta en funcionamiento de las plantas de tratamiento que se construyeron en La Ciénega y La Zurza, tarea que corresponde a la CAASD.

Erudina Burgos, coordinadora de Programas de la Asociación Tu Mujer, que lleva varios años trabajando en la zona de La Barquita, advirtió que el problema no es solamente de salud, sino también de medio ambiente e infraestructura, por lo que la acción debe ser mancomunada.

Expresó que debido al problema de prevención que ejecuta en la zona la situación del cólera no ha sido letal en los sectores mencionados.

Mediante recorrido por la margen del río Ozama, por La Barquita, La Lata, La Lechuga y otros sectores aledaños, se observaron heces fecales y algunos pescadores, a pesar del anuncio de Salud Pública de militarizar las fuentes de agua.

De su lado Idelis Betances, promotora de salud en La Lata de Vietnam, Los Mina, señaló que esa es el área más vulnerable, debido a la humedad, la falta de disposición final de las heces fecales y donde los niños utilizan el lugar generalmente para bañarse.

 La gente en estos barrios continúa la práctica de depositar sus heces  en cañadas y   ríos, y el Comité de Seguimiento al Cólera tiene contados al menos 11 muertos y 200 personas con los síntomas de la enfermedad que llegó para quedarse.

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Prevención

 Por petición de Salud Pública, la Marina de Guerra inició ayer el saneamiento de la ribera del río Ozama.  En tal sentido, el  jefe del cuerpo, vicealmirante Nicolás Cabrera, dijo  que disponen de lanchas y pequeños barcos para  iniciar los trabajos. Igualmente, empleados del cabildo del Municipio Santo Domingo Este limpiaban ayer la margen del río Ozama, por el sector El Dique, justo donde se registró el primer brote de cólera en la capital .

Venta de agua

Sobre  las aguas no aptas para el consumo humano,  Salud Pública informó ayer que comenzó la capacitación de 500 militares que vigilarán  el cumplimiento de la medida que obliga a las empresas que se dedican a su comercialización a colocar  un letrero que diga que esas aguas no están aptas para el consumo humano.