Una numerosa delegación de neurólogos dominicanos participamos la pasada semana en el X Congreso Latinoamericano de Epilepsia, celebrado en la ciudad de San José, Costa Rica. Por la condición de nosotros presidir el Club Dominicano de la Epilepsia que es el representante en el país de la Liga Internacional contra la Epilepsia (ILAE) y del Buró Internacional para la Epilepsia (IBE), que son las instituciones que rigen todo lo referente a las epilepsias a nivel mundial, divididas en comisiones regionales. Nos correspondió junto al prominente neurólogo el profesor Dr. Diógenes Santos Viloria presidir la comisión de los neurocientistas dominicanos en el congreso en el hermoso país centroamericano. Si usted está interesado en el tema de las convulsiones epilépticas puede acceder a todo tipo de información en (http:/www.ilae.org/)
Las palabras de bienvenida la noche inaugural del evento fueron dichas por la Dra. Priscila Monterrey Álvarez, que preside el capítulo costarricense del IBE, señalando que: «este evento de final de septiembre a principio de octubre se lleva a cabo en el hotel Real Intercontinental en el distrito de Escazú. El nombre Escazú, deriva de la voz indígena ¨Ïtzkatsu¨ piedra o lugar de descanso, que era un lugar de pausa luego de las travesías indígenas. Queridos colegas y amigos, hemos integrado en este Congreso Latinoamericano, la ciencia, la medicina práctica, la proyección social y las nuevas generaciones como un crisol, de la que estamos seguros ha surgido un programa científico innovador y atractivo, al servicio de todos tanto para los médicos como para los pacientes y sus familiares».
Las convulsiones epilépticas son en verdad una alteración eléctrica cerebral, es decir que son consecuencia de una actividad eléctrica anormal de un paquete de neuronas, que de manera lógica habrá de expresarse de acuerdo al área cerebral que esté afectada. La epilepsia es una enfermedad cerebral que se considera resuelta en aquellos individuos que han permanecido libres de crisis por 10 años y con 5 años sin medicación contra las convulsiones. Estos criterios son muy flexibles y no hay un consenso absoluto sobre ellos.
El tabú errado de que las epilepsias son una maldición sagrada, una brujería o que es un castigo divino debe quedar atrás, pues no son más que las manifestaciones de una simple alteración eléctrica neuronal. Fue el neurólogo inglés Huling Jakcson, padre de la neurología británica, quien primero detalló que las epilepsias se originaban en el cerebro. Los aspectos más relevantes del congreso tica: la moderna clasificación de las epilepsias, la dieta cetogénica, los avances en sus cirugías y el uso del Canabidiol (marihuana medicinal) y otras sustancias en algunas epilepsias infantiles, todos los cuales serán motivos de futuros ¨conversatorios¨.
Como Club de la Epilepsia debemos dar las gracias públicas por todos mis colegas a los laboratorios farmacéuticos: Roemmers, LAM, Asofarma y Dres. Mallén Guerra, por el apoyo brindado a los neurocientistas dominicanos. El programa social del evento estuvo muy activo: la visita al imponente cráter del volcán Irazú, un almuerzo típico en la hermosa campiña cafetalera junto al majestuoso lago de Cachi en el valle de Orosi en el elegante restaurante la Casona del Cafetal, la visita al mirador de Ujarras, la hermosa noche de una cena con espectáculo de bailes nacionales en el mirador Tiquicia en las alturas de la ciudad, acompañados de los más exquisitos vinos, fueron todas experiencias sibaritas muy gratas. Debo agradecer al distinguido neurólogo costarricense Dr. Frank Chávez, la invitación a una muy elegante cena privada en su hogar junto al comité organizador del evento y algunas de las prominentes figuras internacionales participantes del congreso, una experiencia intelectual, gastronómica y científica muy refinada y gratificante.